Jugó sobre 500 partidos oficiales en 15 años de vida futbolística; levantó 16 copas en los cuatro clubes que jugó; es el máximo goleador de la Selección Chilena: Simplemente Marcelo Salas.
Se fue Salas y con él mil historias y números del mejor del último tiempo y uno de los más grandes en la historia del fútbol chileno.
Jugó sobre 500 partidos en 15 años y levantó 16 copas en los cuatro clubes que jugó: la U, River, Lazio y Juventus. Aquí, un repaso de 11 hitos.
Llegó el Matador: Para los hinchas de Universidad de Chile, Salas irrumpió como ídolo el domingo 10 de abril de 1994. Tarde inolvidable para los azules: tres goles del temuquense para una goleada 4-1 sobre Colo Colo por Copa Chile. Primero: aprovechó una falla de Miguel Ramírez y metió un zurdazo desde fuera del área. Segundo: roba una pelota a Daniel Morón y la echa adentro. Tercero: desborde de Esteban Valencia, carambola en el área y Salas aparece en el área sur. El cuarto lo marcó Valencia de penal, tras falta de Morón… a Salas. Matador.
La estocada a la UC: El 4 de diciembre de 1994, la U ganó 1-0 a Universidad Católica con gol de Salas en el minuto 79. A tres fechas del fin del campeonato, sumó 44 puntos, dos más que el equipo Pellegrini, Gorosito y Acosta. El Nacional estaba repleto como pocas veces se ha visto después. Azules y cruzados definían un torneo cuya polémica no se olvida. Carlos Robles expulsó a Gorosito a los 25′ de ese partido y los de la banda reclamaban fuera de juego mientras Salas se iba expulsado por celebrar con la galería sur. La euforia era total. Dos semanas después la U alzó el título en El Salvador empatando con Cobresal y acabó con una sequía de 25 años.
Salas de Copa: La U que obtuvo el bicampeonato 94-95 hizo la última gran campaña en Copa Libertadores que recuerden los azules. El equipo de Miguel Ángel Russo clasificó junto a Corinthians y Botafogo, eliminó a Defensor Sporting y Barcelona de Guayaquil y enfrentó a River Plate en semifinales. El miércoles 5 de junio de 1996, ante 70 mil personas, igualaron 2-2 y Salas puso el segundo con frialdad estremecedora, a los 70′, tras jugada de Leonardo Rodríguez y pase de Walter Silvani. Una semana después la U quedó eliminada con arbitraje escandaloso y en septiembre Salas ya debutaba en el fútbol argentino.
El chileno: Diluvio en el Monumental de Núñez y River Plate no le saca un triunfo a Vélez Sarsfield para ser campeón del Apertura ’96. Ariel Ortega fue expulsado. Salas ingresó con la "16" en lugar del lesionado Francescoli y anotó dos goles (a los 69′ y 85′) para el 3-0 final. "Salas y River campeón", repetía sin cesar el relator Marcelo Araujo mientras el chileno se llenaba de amagues. El tercero fue de Monserrat. Ya había comenzado bien marcando su primer gol ante Boca Juniors, el club que lo rechazó, en La Bombonera, pero River cayó 2-3. Ese 18 de diciembre de 1996 el "chileeeno, chileeeno" lo consagró como ídolo del club millonario, donde también ganó el Apertura y Clausura ’97.
Clase internacional: Justo un año después, el 17 de diciembre de 1997, Salas mató dos veces para el último título internacional que ha ganado River: la Supercopa, uno de los escasos trofeos que los millonarios no tenían. En un colmado Monumental, el chileno fue figura en el 2-1 sobre Sao Paulo, que eliminó a Colo Colo en semifinales. El segundo gol fue de antología: bajó un pase alto con su pierna zurda, eludió a uno y dos defensores y definió ante la salida de Roger. En semifinales ya había hecho un doblete frente a Atlético Nacional de Medellín con otra estocada de gran factura: controló tras pase de Gallardo y remató desde 30 metros al arco del resignado Hugo Tuberquía. Esa vez lo llamaron "fenómeno".
Rumbo a Francia 98: Aunque debutó con la "Roja" adulta el 18 de mayo de 1994 ante Argentina (3-3; hizo un gol), fue en las Clasificatorias al Mundial de Francia 98 donde Salas sacó chapa de crack por la Selección. Formó una dupla mundialmente conocida con Iván Zamorano y marcó en momentos claves como ante Ecuador en Quito y Uruguay en Santiago. Pero fue ante Colombia donde descolló marcando tres tantos en 41 minutos. Sólo faltó en cuatro de los 16 partidos y, junto a Zamorano, marcó el 72% de los goles nacionales.
La noche de Wembley: Tras clasificar al Mundial en noviembre del 97, Chile jugó tres amistosos en el verano siguiente. Irán en Hong Kong (1-1), Nueva Zelanda en Auckland (0-0) y Australia en Sydney (1-0) no habían sido rivales de peso. Por eso el duelo ante Inglaterra del 11 de febrero de 1998 en Wembley marcaba el gran examen de la "Roja" para los europeos. Chile ganó 2-0 con goles del "Matador"; el primero estudiado por los académicos de Oxford: controló un pelotazo larguísimo con su muslo izquierdo, se perfiló con el defensor encima y batió al golero Martyn con una volea.
Salas 2-Italia 2: En junio de 1982 Chile enfrentó a Argelia en su último partido mundialista antes de Francia. El 11 del mismo mes, pero en 1998, Burdeos fue el escenario del retorno a la máxima competencia. Salas marcó los dos goles del empate ganándole, en el segundo, un cabezazo mano a mano a Fabio Cannavaro. "Cuando yo quería saltar, él ya estaba encima mío y no pude alcanzarlo", comentó después el zaguero, hoy en el Real Madrid. Seis días después Chile empató 1-1 con Austria, con gol de Salas y en octavos de final el único descuento ante Brasil lo marcó el mismo delantero, que recién había sido transferido a Lazio.
Il Matadore: El presidente de Lazio, Sergio Cragnotti, viajó a Buenos Aires con tres de los más importantes directivos del club romano. Es que la transferencia era importante y marcó un récord en la historia del fútbol argentino. Tras el partido por Chile en Wembley, el mismo Cragnotti se llevó al "Matador" en helicóptero para firmar el contrato. Tras 26 años, Lazio ganó un Scudetto y arrimó a sus vitrinas otros cinco títulos más, todo con el aporte real de Salas, que fue elegido el mejor debutante de la historia del Calcio al anotar 23 goles en su primera temporada. Juventus lo llevó para ganar tres copas más (dos Scudettos) en el fichaje más caro de un chileno en la historia: 25 millones de dólares.
La vuelta a River y la U: En 2003, aquejado por graves lesiones, Salas hizo la curva de retorno. En River se topó con Manuel Pellegrini y llegaron a la final de la Copa Sudamericana. Luego el ariete sumó el Clausura 2004 argentino. Dos años después volvió a la U y jugó dos finales, donde además superó los 200 partidos en Primera.
Gracias, Selección : Fueron 70 partidos y 37 goles. Lo dirigieron siete técnicos en la "Roja" porque nunca dijo que no al seleccionado: estuvo en las buenas campañas y cuando muchos no querían venir por el desorden. Marcó goles de todo tipo y desde el primer hasta el penúltimo partido. Es el segundo anotador histórico de las Clasificatorias sudamericanas, tras el argentino Crespo, y es el máximo goleador chileno en los mundiales, junto a Leonel Sánchez y Guillermo Subiabre.