La dura autocrítica de Marcelo Salas, quien señaló que "hemos estado pavos", se respaldan con la dura charla del DT Arturo Salah unas horas antes. El estratega criticó la actitud del equipo.
Marcelo Salas fue al hueso. "Hemos estado pavos", dijo al ser consultado por los malos resultados que han acechado a los azules en las últimas fechas. Y agregó luego que "estamos cometiendo errores y no hemos apretado cuando tenemos que hacerlo".
Pavos. El término no es antojadizo, y puede ser entendido por la dura charla que pocas horas antes dio a sus dirigidos el DT Arturo Salah.
El estratega enfatizó que los zagueros centrales están marcando desde muy lejos, que los laterales no están enviando centros como corresponde y que en el medio están corriendo detrás de la pelota en vez de manejarla.
La defensa ha sido un dolor de cabeza para Salah durante todo el torneo. Ha hecho jugar a los cuatro zagueros que tiene disponibles (Rafael Olarra, Nicolás Larrondo, Rodrigo Rivera y Juan González), y no ha podido dar con la tecla correcta. Los errores se suceden, y no hay a qué más echar mano.
Peor. González ayer se quejó de una contractura, y tuvo que entrenar separado del resto de sus colegas.
Con los laterales le pasa algo similar. Partió con Marcelo Díaz y José Rojas, pero ninguno le llenó el gusto. Luego utilizó a José Contreras y Marco Estrada, pero sus altibajos le han hecho salir unas canas extras. ¿Entonces? Lo más probable es que los dos últimos sean de la partida ante los albos.
En el medio el problema es similar. Con Iturra en baja forma, el drama de los quitadores es que entregan la pelota a los volantes de salida, y ésta les vuelve de inmediato.
Así es difícil.
Por eso en la víspera el presidente de Azul Azul había enfatizado en que a los jugadores les falta convicción en sus propios medios.
Y ése es el gran desafío de Salah para lo que resta de la semana. Motivar a sus jugadores y tratar de arreglar un panorama que a priori asoma como oscuro.
Operado Olarra
Ayer pasó por el quirófano el zaguero central Rafael Olarra. Y le fue bien.
Al final no se había roto el ligamento colateral medial de la rodilla izquierda. Sólo se lo desinsertó (se separó del hueso). Se lo reinsertaron en su sitio, y todo salió bien.
Olarra estará seis semanas sin hacer ningún tipo de movimiento y luego empezará a trotar de a poco. En total, serán dos meses y medio de para, y no cuatro, como se había anunciado.