Asamblea de Hinchas Azules: La lucha por recuperar un club

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Foto: Camilo Núñez

Un grupo de hinchas de la Universidad de Chile se reunieron, se organizaron y discutieron en asambleas con el fin de recuperar el rol social que el club de sus amores, ahora en manos de la concesionaria Azul Azul, ha perdido. Aquí la historia de una batalla que en el papel parece abismalmente desigual.

Son las doce del día del sábado 4 de octubre en Plaza Italia y la gente comienza a hacer arribo al punto neurálgico de la capital. Podríamos estar hablando de la concentración previa a una de las tantas marchas que ocurren periódicamente cada sábado en Santiago, pero esta vez se trata de una causa bastante distinta a lo que se acostumbra.

Convocados por la “Asamblea de Hinchas Azules” (AHA) y otras agrupaciones, miles de hinchas de la “U” comienzan a llegar con tal de marchar por la Alameda. Abogan por el fin del Derecho de Admisión y las prohibiciones del Plan Estadio Seguro, pero sobre todo por recuperar la participación y el rol social que perdieron en el club de sus amores al convertirse en una sociedad anónima.

Pero antes de tener la capacidad de organizar una marcha con todo lo que ello implica, la Asamblea de Hinchas Azules pasó por todo un proceso de gestación, el que recién se pudo dar por concretado este año.

La agrupación empezó a dar los primeros indicios de conformación a fines de 2013, tras la cumbre denominada “Modernización de la Industria del Fútbol” que se desarrolló en el Hotel W de Las Condes. Aquella vez los hinchas se autoconvocaron para hacer una funa al evento que no les parecía más que la cumbre de lo que tanto aborrecían: el “fútbol-negocio”, como llaman al modelo actual.

La convocatoria que tuvo la manifestación les hizo darse cuenta que eran varios con las mismas ideas, por lo que tras realizar reuniones semanales de planificación, tuvo lugar el 4 de enero de este año en la sede de la FECH la primera Asamblea de Hinchas Azules.

Fotos: Asambleahinchasazules.cl
Fotos: Víctor Anacona

Daniel Albornoz (30), uno de los voceros de la agrupación, comenta lo que fue esa primera instancia: “El fin de la primera asamblea fue dar un diagnóstico del estado del club, porque en el fondo el llamado que se hacía era a todos los que tuvieran algún tipo de descontento. Nosotros apostábamos a ganador y eso se traducía en validar el inicio de un proceso, de pasar a la acción”.

A esa primera asamblea asistieron cerca de 200 personas, lo que llenó de optimismo a los organizadores. “El diagnóstico fue que no habían espacios de participación, que el club no era inclusivo, que había un juicio fuerte al hecho de que hubiera una sociedad anónima con fines de lucro. Ahí claramente se toma la posición de las personas que no están de acuerdo con el hecho de que sea una plutocracia la que maneje el club, por lo tanto, recuperar la participación de la gente hace parte del horizonte de la asamblea”, expresa Daniel.

La AHA cuenta con una estructura de organización interna que, si bien existen voceros, es totalmente horizontal. En ella se desarrollan distintas comisiones que regulan y dinamizan su funcionamiento, como la jurídica, la de archivo e historia, económica, entre otras.

Si bien por la diversidad no es fácil plantear un estereotipo de quiénes la integran, a grandes rasgos la AHA está compuesta por jóvenes con presente o pasado universitario, de un rango de edad que anda entre los 25 y 30 años, habiendo entre ellos varios que ya son profesionales.

Sobre lo anterior, Daniel cree que “por un lado nos permite hacer un trabajo relativamente profundo, pero por otro lado nos cierra las puertas a ese mundo que está un poco más allá, al mundo barra, que muchas veces prefiere cosas más sencillas, más directas, que no quiere darle tantas vueltas a las cosas, sino más bien pasar a la acción directa”.

Uno de los grandes fines de la AHA es recuperar el rol social que alguna vez tuvo la “U”. Analizando cuál es la realidad hoy en día, el vocero cree que “en Azul Azul hay mucho ruido y pocas nueces. Todos sabemos que (Carlos) Heller llegó con bombos y platillos, diciendo que iba a ser un club inclusivo, participativo para la gente, y en alguna medida nosotros sentimos que había agarrado nuestro discurso y lo había replicado tal cual, pero todos sabemos también que más allá del discurso no ha hecho nada. En la práctica tienen a Diego Rivarola, que cuando hay que ir a poner una sonrisa o sacarse una foto con alguien lo mandan a él, con todo el respeto que me merece por la historia como jugador del equipo, ese es su rol. Y eso es lo que ellos entienden como rol social”.

La marcha finalmente comienza avanzar a las 12:30 del día, en un recorrido histórico por lo inédito: nada menos que por la Alameda. Al frente de los hinchas va el lienzo de Los de Abajo, ya que la barra azul también se hizo presente en la convocatoria, y en lo alto uno que reza “Contra el fútbol de mercado, bullangueros organizados”.

EL CLUB Y LA CASA DE ESTUDIOS, HASTA QUE EL NOMBRE LOS SEPARE

Fotos: Asambleahinchasazules.cl
Foto: Camilo Núñez

La gente externa a la marcha se amontona a la salida del GAM, de la casa central de la Universidad Católica y en los balcones de los edificios ubicados en la Alameda. No todos los días se ve una manifestación en que los hinchas son los protagonistas, por los que con cámaras fotográficas retratan el momento.

Uno de los instantes más emotivos de la marcha ocurrió cuando la masa llegó hasta la casa central de la Universidad de Chile. Allí los forofos se subieron a las cornisas de las ventanas y colgaron lienzos con consignas alusivas a sus causas.

Dentro de los ideales de la AHA, está el recuperar el vínculo perdido entre el club y la casa de estudios. No por nada han organizado eventos en la sede de la FECH y en las facultades de Arquitectura y Urbanismo y en la de Medicina. Además, pretenden que la universidad pueda ser un ente fiscalizador de lo que realiza Azul Azul al tener un club concesionado que lleva su nombre.

“Estamos simbólicamente en las afueras de la casa de Bello, lo que simboliza que en realidad hoy nos sentimos lejos de la Universidad de Chile. Queremos reconstruir la historia y los puentes con la universidad en el futuro, para que el club vuelva a tener sentido universitario, público y social, volviendo al juego-deporte de sana competencia y no el sentido de lucro que tiene hoy”, decía a los cuatro vientos un adulto mayor por altavoz, mientras era aplaudido por los hinchas.

Ese señor era Patricio Albornoz (67), padre de Daniel. Ex socio de la Corporación de Fútbol de la Universidad de Chile (CORFUCH), cuando se le pregunta cuál es su rol dentro de la Asamblea, tajante don Patricio responde “viejo”, a secas, dando a entender que su principal aporte es la experiencia.

Su hijo profundiza aún más en el rol que debe adoptar la casa de estudios en la situación actual del club de fútbol: “Es sabido que dentro del directorio de Azul Azul hay dos directores que son de la casa de estudios: Roberto Nahum y Andrés Weintraub. Sin embargo, hasta ahora nadie ha sabido responderme cómo se eligen esos directores, nadie sabe qué intereses representan allá adentro. Es un tipo de relación oscuro, que nadie sabe para dónde va, que nadie sabe qué es lo que defiende, pero existe, y yo estoy claro que si le planteamos ese tipo de situación la FECH o al mismo Senado Universitario, la gente va a mirarlo y va a decir ‘oye, es verdad. Acá tenemos una relación bastante oscura y bastante rara con esta empresa privada que mueve millones, que tiene una imagen enorme que llega a millones de personas en Chile’”.

Daniel cree que la “U” tiene este plus adicional de contar con la universidad como ente –en teoría- fiscalizador: “La casa de estudios tiene que ser siempre líder en los procesos que está viviendo el país. Entonces, si uno mira el espectro de clubes de fútbol profesional de Chile y se hace la pregunta de quién podría poner el tema sobre la mesa para que se legisle y se cambie la ley por una que responda más a la necesidad de la sociedad, es la Universidad de Chile, es el club de la Universidad de Chile, no hay otro”.

La hinchada canta “olé, olé, olé, olá, el que no salta es S.A.”, dando paso posteriormente a la entonación del “Romántico Viajero”, el himno del club de fútbol, dando por finalizada la emotiva instancia. Una vez que la gente retoma el rumbo, la casa de Bello luce plagada de afiches y rayados con las consignas de los manifestantes.

EL ESTADO Y EL PLAN ESTADIO SEGURO

La marcha sigue su curso hasta que llega al palacio de La Moneda, otro de los puntos que se preveía como álgidos. Molestos por la aplicación del Plan Estadio Seguro y la Ley de Sociedades Anónimas Deportivas que jugó un rol clave en la privatización de la “U”, los hinchas muestran su repertorio de canciones en repudio al Estado y al Gobierno en general.

Si bien en la AHA confían en poder recuperar el club, son realistas y tienen los pies en la tierra, planteando su lucha como una a largo plazo: “Se sabe que hay que pasar por un cambio de paradigma general en Chile. El club está privatizado porque hay una Ley de Sociedades Anónimas Deportivas, por lo tanto cualquier cambio que saque al club de la estructura en la que está actualmente tiene que pasar por cambios a nivel país, entonces el camino es largo. El país está cuestionándose su forma de funcionamiento, mucha gente está en contra de este ultra liberalismo que nos fue impuesto en dictadura y que llegó al fútbol profesional, entonces quizás ese proceso que llevó a entregar una concesión a 30 años más 15 renovables a Azul Azul para que tenga la administración del club de fútbol de la Universidad de Chile puede que sea revisado en algún momento, y creemos que depende de nosotros de hecho que exista la presión suficiente para que ello ocurra”, plantea el vocero.

Siendo otro de sus ejes de lucha, Daniel plantea que la postura de la AHA ante el plan gubernamental de seguridad en los estadios es “totalmente contraria”, a lo que agrega: “Es algo que se ha hecho de espalda a la gente, incluso ni siquiera se han hecho estudios de qué es lo que pasa dentro de los estadios desde el punto de vista sociológico, antropológico, cuáles son las motivaciones de la violencia, cuánto influye el estereotipo de las barras bravas argentinas. Todo ese tipo de cosas no tienen idea las personas que están detrás del Plan Estadio Seguro. Han estado aplicando simplemente un par de técnicas que se aplicaron en Inglaterra, a la bruta, haciendo una especie de fútbol inglés a la chilena que claramente no está funcionando y en vez de darle un lugar sano a la gente se lo están robando”, sentencia.

DE SIMPLE AGRUPACIÓN A ASOCIACIÓN CON PERSONALIDAD JURÍDICA

Fue en el transcurso de este mes que en una decisión interna, la AHA decidió pasar de ser una agrupación con simples estatutos simbólicos, a adquirir derechamente personalidad jurídica. Así es cómo se constituyó la Asociación de Hinchas Azules, una instancia que esperan sea un gran paso en el afán de conseguir sus objetivos.

Plantean dos causas como las principales para esta determinación. Por una parte, la emocional, ya que al convertirse en una asociación propiamente tal, la gente puede asociarse –cosa que ya no puede hacer con el club- y desarrollar el sentido de pertenencia e identidad.

Por otro lado, aluden a la seriedad que esta estructura les otorga. “Tener una personalidad jurídica permitiría plantarse de otra manera ante cualquier ente, así sea buscar una reunión con el rector de la Universidad de Chile, por ejemplo. Si tú te presentas como un grupo de quince personas que dicen tener la voz de los descontentos, no es lo mismo que si te presentas como un delegado de una asociación que tiene mil personas inscritas, mil socios. Entonces también está para tratar de aunar a la gente a través de una estructura que es reconocida más allá de nosotros mismos. Buscamos legitimidad puertas afuera”, expresa Albornoz hijo.

EL FUTURO, MÁS ALLÁ DEL HORIZONTE

Fotos: Asambleahinchasazules.cl
Foto: Camilo Núñez

La marcha finaliza en el Parque Almagro, sin incidentes ni detenidos. Allí los hinchas cuelgan sus tradicionales lienzos y se sientan a compartir unas cervezas, mientras un grupo de niños juega una pichanga.

Pero apenas terminado este magno evento, desde la AHA ya se comienzan a plantear qué harán en el futuro, pues si bien consideran la adhesión de la marcha como un avance en la concientización de la gente, aún les parece ínfimo en la lucha por conseguir sus ambiciones.

Sobre lo que les depara el próximo año, Daniel cree que “va a ser importante llegar a más espacios, marcar presencia en más puntos de Santiago, ojalá en regiones. Yo creo que 2015 va a ser el año de la confirmación y donde ya vamos a estar trabajando probablemente con un poco más de seguridad”.

Si bien en la interna de la AHA se enfocan en lo más próximo, tampoco se privan de avizorar cuál sería su futuro ideal.

¿Qué esperan que suceda con la “U” cuando se acaben los 30 años de concesión otorgados a Azul Azul?

– “Es muy temprano para decir ‘tenemos tal o cuál alternativa’, pero sí tenemos en la mente la esperanza de que cuando llegue esa época hayamos sido capaces de construir una alternativa para que no sea sociedad anónima”, sentencia don Patricio.

La voz del hincha

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