El volante cree que le cambiaron las condiciones y no firmó. En Azul Azul molestaron sus críticas públicas y le buscan reemplazante.
Lo que parecía un trámite, la firma del contrato que uniría a Francisco Arrué con la U por el 2008, terminó en drama.
El volante, que el miércoles había llegado a acuerdo con el gerente deportivo Johnny Ashwell, estimó que le habían cambiado las condiciones y se retiró del lugar sin estampar su rúbrica.
"Me cambiaron las condiciones y no corresponde. Llamé a Ashwell y le dije que esto no era lo acordado y me dijo que sí era. Así yo no firmo. Me da lata, porque Arturo Salah estaba contento con el arreglo y yo también, pero no me puedo prestar para esto", dijo Arrué ayer.
En la concesionaria que administra el club sus reclamos públicos cayeron como bomba.
"No es la forma. Nosotros no ventilamos los detalles de las negociaciones y él hizo algo que no se hace. Fue a contárselo a todo Chile. O no entendió bien Pancho o el Polo (Jorge) Quinteros no le explicó bien. Acá el que llevó toda la negociación fue Arrué, pero en la última reunión nos dejó con su representante. Vamos a tener que reemplazar a Pancho. Es un hecho", dijo por su parte el presidente de Azul Azul, Federico Valdés.
El timonel defendió a Ashwell: "él ha negociado con otros doce jugadores y es primera vez que nos pasa algo así. Arrué llegó a acuerdo y ahora dice que no es lo que él pensaba. No tenemos mucho más que decir al respecto".
"No puedo esperar a la U y seguir cerrándole la puerta en la cara a otros equipos. Si me quieren, tendrán que llamarme. Yo hice muchos sacrificios, demasiados ya, no sé qué más quieren", cerró Arrué.
¿Entonces? El plan B incluye al argentino Leonardo Mas, quien ya estuvo bajo las órdenes de Salah en Huachipato. En la U tampoco han cerrado acuerdo con Waldo Ponce, pero si no lo hacen el futbolista no sería reemplazado.
Copa Viña, el primer dolor de cabeza
El último Concejo Municipal de Viña del Mar fue delicado.
Los concejales le presentaron un duro cuestionario a la alcaldesa Virginia Reginato por la asignación de la Copa Viña 2007 y, como no quedaron conformes con sus respuestas, elevaron los antecedentes que poseían a la Contraloría Regional de la República.
¿Cuál era la queja? Que hubo supuestas irregularidades en el proceso de adjudicación, de las que culpan al ex portero de Everton y ex funcionario de la Casa del Deporte de la municipalidad Jorge Cortés. Pero será la Contraloría la que determine qué realmente pasó.
La versión 2007 del minitorneo veraniego, que no contó con equipos del extranjero, fue la primera que organizó "Salas Producciones", de propiedad del futbolista de Universidad de Chile.
Es uno de los tantos dolores de cabeza que el evento le ha traído a Marcelo Salas, cuya empresa también se había adjudicado la edición 2008 del torneo.
Incluso, el delantero azul había conseguido el concurso de su propio equipo para dar forma al torneo y estaba en avanzadas conversaciones para sumar a River Plate.
Pero todo se complicó un poco antes del alegato de los concejales. Ricardo Bravo, gobernador de la provincia de Valparaíso, ya había desahuciado la realización de los partidos.
"Carabineros nos hizo llegar un informe en que se detalla que el estadio Sausalito presenta anomalías no reparadas, como problemas en los accesos, en el enrejado del recinto y hay vidrios muy fáciles de quebrar que se pueden convertir en armas. Este recinto no reúne condiciones mínimas para que juegue la U en el lugar", dijo la autoridad.
Federico Valdés, mandamás de Azul Azul, aclaró que "la U no ha descartado su participación en la Copa Viña. Tenemos un acuerdo con Marcelo Salas que vamos a respetar. Ahora, si finalmente el torneo no se juega, tendremos que buscar otros amistosos para el equipo".