Al fin llegó el Mundial, es que la Copa del Mundo mueve a muchos, no sólo dinero y sponsor, o no sólo a la mafia, también a los hinchas. Y es desde brasil que hacemos este primer despacho a los hinchas azules. Escrito por: Samyro Chamberline
Llegué el Sábado a Rio de Janeiro, y al día siguiente me encontré con un par de hinchas del «incoloro», caminando por la playa con mi camiseta de la «Gloriosa» se me acercó un «grone» y me dijo “universidad de Chile es lo mais grande do mundo”, y besaba la camiseta, cosas así no tienen precio como dice Visa o cualquier enbustero bancario.
Ayer comenzó a rodar la pelota y como siempre hay taquilleros que no sienten el fútbol y ya compraron su televisor, yo me encuentro en Recife, Pernambuco y es una fiesta, petardos por todos lados, la gente vestida de verde amarelho y todo se paralizó a las 15 horas para ver el partido de inauguración. La Fifa como siempre no pasó desapercibida y le tendió una mano al dueño de casa, y marcó el destino del juego. Brasil 3-1 y la pelota sigue corriendo, ojala sin la mano sucia de la Fifa.