En un partido parejo, en el que a los azules les penó la falta de profundidad en ofensiva y a Santos le faltó precisión, los campeones continentales del 2011 empataron sin tantos mientras caía la lluvia en Santiago. La U saltaba al gramado del Nacional con una difícil misión: derrotar al campeón de la Libertadores del 2011, el imponente Santos del astro Neymar. Una tarea más que dura, si se considera las bajas con las que el equipo de Sampaoli enfrentaba el duelo.
Durante el primer tiempo, el Romántico Viajero, en líneas generales, tuvo un buen desempeño. Poco a poco se fue notando el juego asociado que estratega argentino ha plasmado en la escuadra azul como principal arma ofensiva; sin embargo, el equipo visitante tuvo las ocasiones de gol más claras, entre las que se cuentan una llegada de Neymar, quien se sacó a Herrera y no definió inmediatamente, un remate brillantemente tapado por el portero universitario y un penal (falta clara, pero por centímetros fuera del área) que el propio Neymar desvió por arriba del travesaño tras resbalarse en la ejecución.
Una de las herramientas más peligrosas de O Peixe durante el primer lapso fue la gran velocidad de sus jugadores, quienes esperaron a la U para aprovechar los espacios que el elenco local iba dejando a medida que buscaba el primer tanto de la noche.
Ya durante el segundo tiempo la superioridad de juego azul se marcó aún más. El fútbol asociado de la Universidad de Chile, comandado por la figura del partido Charles Aránguiz, se mostró en su mejor faceta; con manejo de la pelota, distribución desde el mediocampo hacia los extremos y una recuperación rápida. El cuadro laico machacó hasta el hartazgo llegando varias ocasiones al área de los blancos, sin embargo se hizo presente el gran defecto de lo que va del presente semestre: la poca contundencia en el arco rival. De hecho, la más clara fue un cabezazo de Enzo Gutiérrez, quien en una esforzada contorsión logró darle un testazo al balón, pero sin la dirección adecuada.
Con el correr de los minutos ambos equipos disminuyeron el ritmo, lo que cerca del final del encuentro fue aprovechado por Santos, que nuevamente vio en la velocidad de sus atacantes la oportunidad para sacar ventajas. El saldo del segundo tiempo para los brasileños fue sólo un remate, sin embargo fue suficiente para dejar a miles con el alma en un hilo, ya que Neymar estrelló un exquisito disparo en el travesaño.
Así las cosas, todo se mantiene igual de cara al próximo mes, cuando ambos equipos se vean las caras en Brasil, para determinar quién será el nuevo dueño de la Recopa Santander Sudamericana.