Marca personal: Colo Colo vs. Universidad de Chile

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Patricio González

Patricio González
Marcelo Díaz continúa justificando su nominación a la Selección chilena para los duelos ante Paraguay y Uruguay por Eliminatorias

En un partido increíble y con un autogol en el último suspiro, la “U” igualó a dos tantos con Colo Colo y mantuvo el invicto y la distancia con su más cercano perseguidor en el Clausura, aunque no pudo romper la racha de diez años sin triunfos en Pedrero. Marcelo Díaz fue la figura de un elenco que, ante la inferioridad numérica, puso más garra y corazón que juego y racionalidad en los pastos del Monumental.

Dicen que los clásicos son encuentros aparte, donde los presentes de cada uno de los equipos quedan de lado y en la cancha se da un encuentro aparte, como en un universo paralelo donde la tabla de posiciones y la historia reciente no existen. Son sólo archirrival vs. archirrival.

Y así fue como se dio este Superclásico del fútbol chileno, donde la “U” rescató un agónico empate con nueve jugadores y mantuvo su invicto en el Torneo de Clausura, en un encuentro marcado por la polémica actuación del juez Claudio Puga.

La figura del Chuncho fue Marcelo Díaz. “Cara de Pato” fue escoltado por elementos como Marcos González y Johnny Herrera, dado que las hasta el minuto figuras del choque, Osvaldo González y Charles Aránguiz, abandonaron el terreno antes de finalizar el primer lapso por expulsiones. Esta es la marca personal de Colo Colo vs. Universidad de Chile.

Johnny Herrera: como siempre, “Super Boy” tuvo un cometido destacado. A pesar de que en la primera mitad no tuvo mucho trabajo, se las ingenió para contener de manera brillante un tiro libre de Marco Medel. No pudo hacer mucho en el penal de Paredes. En la segunda fracción, tuvo responsabilidad en el 2-1 a favor de los albos tras salir a cortar de forma inexperta un centro, aunque luego sacó un gol casi hecho al ex Santiago Morning que casi le cuesta salir del campo. Se dedicó a hacer mucho tiempo. 6.

Osvaldo González: impasable tanto por aire como tierra, “Rocky” era la figura del encuentro hasta su expulsión. Elegante y seguro en la salida, el otrora U penquista fue responsable, junto a Marcos González y José Rojas, de neutralizar el juego ofensivo de Colo Colo. La imprudencia con la que cortó el centro que le costó la segunda amarilla disminuyó considerablemente su nota. 4.

Marcos González: “Lobo del aire” fue solvente en el juego aéreo y terrestre, aunque se le vio lento en ocasiones, en especial cuando era desbordado durante la segunda mitad, cuando la fatiga se apoderaba de la retaguardia laica. Aportó calma y experiencia ante los más duros embates colocolinos. A los 31 años, justifica su nominación a la Selección nacional. 5,5.

José Rojas: gran partido del capitán laico. Demostró que la experiencia y los Superclásicos que tiene en el cuerpo hacen que su actuar sea correcto, mas no brillante. Seguro en el juego aéreo, también estuvo rápido en el anticipo y a la hora de cortar juego. Neutralizó a Paredes y a Gutiérrez por momentos. Su ausencia en la Selección no se justifica en relación a lo que demuestra partido tras partido. 6.

Charles Aránguiz: amo y señor del mediocampo azul junto a Marcelo Díaz. En sociedad con “Cara de Pato” y Lorenzetti formaron un tridente difícil de pasar en defensa y responsable en la administración del balón en ataque. Pateó de manera impecable el penal al palo derecho de Castillo. Al igual que Osvaldo González, su vehemencia le costó irse a las duchas antes de tiempo y una merma en su nota final. 4.

Marcelo Díaz: el más destacado de los visitantes. Brindó tranquilidad y jerarquía en los momentos más difíciles del Chuncho durante la segunda etapa, cuando las ideas escaseaban y el balón quemaba en los pies. Corrió hasta más no poder y se mostró rápido en las coberturas, ayudando a los compañeros rezagados y haciendo alarde de su capacidad de anticipación. Una semana redonda para el 21 azul. 6,5.

Eugenio Mena: partido atípico para “Keno”. En la primera fracción se dedicó más a contener los desbordes de José Pedro Fuenzalida -labor que realizó de gran manera- que a buscar el arco rival. En la segunda etapa, colaboró más en ataque y tuvo un despliegue físico importante, aunque varios de los ataques colocolinos vinieron por su banda. Aún no alcanza su peak de rendimiento. 5,5.

Guillermo Marino: jugó como sabe: toque rápido y fácil para generar dinamismo y vértigo en el ataque. A pesar de que se le vio lento y falto de ritmo, se combinó bien con sus compañeros de ataque. Debió salir tras la expulsión de Aránguiz. 5.

Eduardo Vargas: encuentro ingrato para el mejor jugador del fútbol chileno. A pesar de que creó el penal que abrió la cuenta a favor de los estudiantiles, le costó mucho generar juego y desequilibrio por las bandas, como es su tónica. Al recibir se encontraba rápidamente marcado por dos o tres jugadores, aunque su mera presencia era sinónimo de peligro en la defensa rival y arrastre de marcas que abrían espacios para compañeros. 5,5.

Gustavo Lorenzetti: tal como lo hacía en su momento Walter Montillo, Lorenzetti le imprimió un ritmo distinto al juego del León. Rápido y explosivo, produjo la amonestación de Lucas Wilchez y superó en reiteradas ocasiones a Nelson Cabrera en velocidad. Se le extrañó en la segunda fracción. 5,5.

Francisco Castro: al igual que Mena, su función en los primeros 45 minutos fue más defensiva, manteniendo a raya a Boris Rieloff. En el segundo tiempo debió combinarse mejor con Vargas para hacer daño a Colo Colo en el contraataque. Su juventud y condición física son sus principales virtudes, por lo cual siempre tiene espacio para seguir mejorando. 5.

Sustituciones

Matías Rodríguez: entró de emergencia tras la expulsión de Aránguiz. Cumplió bien sus labores tanto defensivas como ofensivas, aunque en estas últimas pudo haber hecho más por la banda derecha. 5.

Albert Acevedo: como buen obrero, cumplió con su trabajo en el área defensiva, estando muy atento para cortar balones, aunque en varias oportunidades no pudo contener a Paredes. Poco y nada produjo en ofensiva. 5.

Diego Rivarola: no fue el mejor partido de su vida, pero la mera presencia de “Gokú” -uno de los últimos sobrevivientes de la victoria del 9 de septiembre de 2001 en Pedrero- es sinónimo de experiencia y buen trato del balón, en especial en momentos en que la “U” lo requería. A pesar de que no gravitó y le costó mucho hilvanar juego, se las arregló para inquietar al portero Raúl Olivares desde fuera del área. Con 35 años no es mucho lo que se le puede pedir. 4,5.

La voz del hincha

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