Después de festejar la 13ª estrella, el dirigente está decidido a terminar con la deuda histórica de la institución. Además, analiza la campaña del título, la salida de Sergio Markarián y se defiende de las críticas por su falta de experiencia en el fútbol.
Federico Valdés asegura estar "tremendamente orgulloso" de lo que ha logrado con Azul Azul en los dos primeros años de administración, algo que es reconocido incluso por las autoridades de la casa de estudios. "Después de salir campeones me llamó Víctor Pérez, el rector de la universidad, para felicitarnos y decirnos que estaba contento porque no sólo nos preocupaba lo deportivo, sino que también los valores. Siempre tenemos en cuenta que representamos a la institución educacional más importante de Chile", dice.
Por lo mismo, el titular de la concesionaria ya está decidido a dar un paso anhelado por los hinchas azules: la construcción de un estadio propio.
"Vamos a corregir lo que otros dirigentes no hicieron en su momento. Es muy injusto que nos pidan que en apenas dos años resolvamos algo que no hicieron otros en ochenta años de historia del club, pero lo vamos a hacer. Azul Azul va a construir un estadio para la U. Sin duda".
-¿Qué cambió? En algún momento usted dijo que "puede que la U nunca tenga un estadio".
"Lo que quise decir esa vez es que construir un estadio para llevar a la U a la quiebra sería una pésima decisión, algo irresponsable. Y que si los números no daban nunca, la U nunca va a tener un estadio".
-Ya, pero eso es distinto a lo que me acaba de decir hace treinta segundos.
"Lo que pasa es que he llegado a la convicción… Primero que nada, no hay ningún proyecto institucional que me entusiasme más que la idea del estadio. Tengo las mismas ganas que cualquier hincha de que la U tenga un estadio y voy a hacer todo lo que esté en mi poder para que la U finalmente cumpla ese sueño. Eso requiere meterle cabeza al tema. Los estadios no se construyen con pasión, sino con recursos, dólares, pesos, gestión, capital y decisiones oportunas. Y va a llegar ese momento".
-Chile es una de las economías más estables y fuertes de Latinoamérica, y países como Ecuador y Perú han construido grandes estadios.
"Sí. Y por eso el momento va a llegar. El estadio se financia básicamente con publicidad y venta de asientos y palcos. Apuntarle al número de localidades y el precio que hay que vender es crucial. A lo mejor hay que vender 100 palcos de 100 mil dólares, o quizás 200 palcos de 50 mil, para conseguir los mismos 10 millones. Falta saber cuántas personas estarían interesadas y cuánto estarían dispuestos a pagar por, por ejemplo, comprar un asiento en galería por 20 años. Si el precio es muy alto quizás no se venda bien, pero si es muy bajo quizás no se junten todos los recursos".
-¿Pero se está haciendo el estudio.
"Claro. Tenemos una comisión en ello".
-¿Y cuándo se sabrán los resultados?
"Hay que estar olfateando el mercado. Durante el segundo semestre tendremos clara la película. La U va a tener estadio. El punto es cuándo. Hacerlo antes de tiempo sería fatal, pero hay que hacerlo lo más pronto que se pueda, sin cometer una irresponsabilidad. Lo hemos estudiado mucho, le hemos dado muchas horas. Nos hemos reunidos con profesionales que quieren involucrarse en esto, con constructoras, con arquitectos. Es el proyecto al que le tengo más cariño y quiero encabezar ese trabajo".
-¿Y para cuándo?
"Mi sueño es tener un estadio en cinco o seis años. Ojalá que las condiciones del mercado lo permitan. El día que deje de ser presidente de la U me dedicaré a encabezar la comisión que construya el estadio de la U".
En problemas
Pero la realidad actual indica que los azules, en el segundo semestre, no tendrán dónde jugar una vez que se cierre el Estadio Nacional. "Santa Laura estaba listo y por culpa de unos impresentables y ordinarios lo perdimos. Aún espero reunirme con Jorge Segovia para que se pueda dar esa posibilidad".
-¿No quedaría otra que jugar en provincia?
"Sí, lamentablemente, porque trae aparejados muchos problemas. Los costos de operación son más altos, los ingresos son más bajos, los que tienen tarjetas no las pueden ocupar como les gustaría".
-¿Les pondría buses a esos hinchas que se verían perjudicados?
"Se pueden pensar en soluciones creativas, pero no es lo mismo que jugar de local en Santiago".
-¿Es correcto que la U venda abonos sin tener un recinto propio?
"Es que no sabíamos que el Estadio Nacional se iba a cerrar por seis meses. Son sólo cinco mil, caben en cualquier estadio. Pero igual tenemos un problema, porque no vamos a poder atenderlos como corresponde. Por eso, antes de pensar en planes B o C, seguiré luchando por Santa Laura".
-Esta vez no fueron Los de Abajo los que causaron los incidentes.
"Ellos se han portado muy bien. Están empadronados y pagan la mitad de local. Y fuera de Santiago, les pagamos un bus para que viajen".
-¿Está bien tener esa relación de dependencia?
"Creo que sí. Son una realidad muy potente con la que nos encontramos al llegar, con una sede capturada y la famosa "escuelita" que de escuela no tenía nada. Disolverlos no está en las posibilidades nuestras ni de nadie. Y además hay factores positivos: son capaces de alentar al equipo como ningún otro. Creo que hemos conseguido ordenar algo que estaba mal".
"Cuando pienso en grandes equipos, no pienso en Colo Colo"
"Miguel Pinto fue puntal en la cancha y por su liderazgo positivo. Él es el que arenga, el que dice lo que hay que decir para salir con las pulsaciones a cien, a pelear desde la primera pelota, algo que había fallado en años anteriores, donde de repente nos pillaban pajareando… Antes de la segunda final, en el camarín, le dije ‘capitán, haga lo suyo’, y él me respondió ‘no se preocupe, ésta la vamos a ganar por usted’. Para mí fue una sorpresa la forma en que asumió el liderazgo. Otro que aportó mucho fue Rafael Olarra, con su ascendiente y experiencia".
-¿Y ahora qué?
"Este mismo plantel, con algunos refuerzos, debiera pelear finales y ganar títulos en los próximos dos a tres años. ¿Uno cada cuatro torneos? Esto no es matemática. De repente podrá ganar tres seguidos, o pasar tres años sin ganar. Pero deberían ser cinco vueltas por década. Sin duda me gustaría que esto fuera el inicio de una época gloriosa".
-¿En la mira está Colo Colo, que tiene cuatro de los últimos seis títulos?
"Yo cuando pienso en grandes equipos, no pienso en Colo Colo. Pienso en el Ballet Azul, el mejor equipo de la historia del fútbol chileno. Ganó seis de once campeonatos anuales. En campeonatos cortos habría ganado quizás doce, si muchas veces fue un paseo lo que hacía ese equipo. O la U que dominó tres años: perdió el título del 98 por mala suerte, ganó en 99 y 2000 y arrasó en la primera mitad de 2001. Ojalá ahora sea el inicio de una racha larga: hay que aprovechar que tenemos un equipo que sabe ganar finales, y que enfrentó partidos difíciles con Pachuca, Gremio y Cruzeiro en la Libertadores".
-Pero Colo Colo se reforzó fuertemente…
"Sumar seis jugadores es hacer un equipo nuevo. Y nosotros tenemos una mecánica que funciona bien, con cinco o seis futbolistas que son los mejores de su puesto en Chile, y tres de ellos indiscutidos: Pinto, Estrada y Montillo. A Montillo no lo cambio por ningún jugador del torneo chileno. Si una cosa muestra la historia es que a los equipos les toma un tiempo para armarse".
-¿Asume errores en los refuerzos?
"Hubo algunos con los que no acertamos. Pero si no hubiésemos contratado a Olivera no éramos campeones: fue extraordinario, es un jugador hecho para finales. Es un ejemplo de cómo tienen que jugar los futbolistas de la U. Mauricio Arias es un muy buen jugador y va a terminar jugando. ‘Pipino’ Cuevas era nuestra carta de triunfo, pero rindió menos. Notario claramente no era un jugador para la U, pero el único que lo conocía era Markarián. Ahora sumamos a Puch, un tremendo delantero de proyecciones insospechadas, y está Milla, que no le gustaba a Markarián, pero que para mí es un muy buen delantero".
"¿Falta de camarín? En la U de hoy no hay nadie que sepa más que yo de ese tema"
Sergio Markarián, Miguel Nasur y Carlos Heller. Tres personajes muy diferentes, pero que coincidieron en una cosa: criticar a Federico Valdés por su "falta de experiencia" para comandar un club.
El tema le incomoda al dirigente, pero defiende su capacidad para encabezar el proceso del cuadro laico. "Sin duda que tenemos menos experiencia que otros dirigentes, pero tampoco empezamos ayer. En el balance de estos dos años, hemos hecho bien muchas más cosas que las que hemos hecho mal. Es un hecho objetivo que hay otros que tienen más tiempo en esto, pero nunca hemos sido pasados a llevar ni dejamos de hacer gestiones que teníamos que hacer. Pudimos haber tomado decisiones mejores o peores, pero no debido a la falta de experiencia".
-¿Le falta camarín?
"Llevo más de cuarenta años viendo fútbol, y los últimos dos metido en el camarín. En la U de hoy no hay nadie que sepa más que yo de ese tema, nadie que conozca mejor el plantel y nadie que conozca más cómo se deben llevar las relaciones con los jugadores y el cuerpo técnico. Por supuesto que tengo menos años de experiencia que Miguel Nasur, pero no sé si tener esa experiencia es necesariamente bueno. Nosotros llegamos al fútbol para hacer las cosas de una manera distinta a como se estaban haciendo. Por hacerlas de una determinada forma muchos equipos se fueron a la quiebra. En los últimos cinco años el fútbol ha tenido un cambio radical, para bien, y en los próximos años se va a acentuar. La gente que le gusta hacer las cosas ‘a la antigua’ va a ir desapareciendo".
-¿Pero alguna vez sintió que se trataron de aprovechar de la falta de experiencia de Azul Azul o se encontró con algo que lo haya sorprendido?
"Claro. En más de una oportunidad algunos empresarios han tratado de sacarnos una ‘tajada’ más grande de lo razonable, suponiendo que no sabemos nada o creyendo que tenemos un montón de plata y estamos dispuestos a dilapidarla. Pero también he encontrado dirigentes de otros clubes y de la ANFP disponibles para preguntarles cuando me he encontrado con dudas o algo que me parece raro. ¿Quiénes? No, prefiero no decirlo, para que después no digan que le hago caso a tal o cual persona".
"La renuncia de Markarián lo único que hizo fue complicar"
Tras marcharse de la U, Sergio Markarián afirmó en "La Tercera" que "decir que me iba, cuando lo dije, fue clave para ganar el título". El análisis no es compartido para nada por Valdés.
"En su momento, la renuncia de Markarián lo único que hizo fue complicar la posibilidad del campeonato. Markarián no renunció para mejorar las posibilidades de que la U fuera campeón".
-¿De verdad los sorprendió? ¿Nunca les dijo antes?
"Esto lo he dicho varias veces: nos dijo tanto que se iba como que se quería quedar. Pero antes del partido con Audax habíamos tenido largas reuniones con Markarián pensando en la U de 2009, 2010 e incluso más allá… La noche en que Markarián renunció recibí cientos de correos y mensajes de hinchas que nos pedían que lo echáramos al tiro. Incluso algunos directores pensaban así. Pero al final se decidió que no era lo más conveniente, porque no queríamos perturbar al plantel".
-Entonces la relación terminó mal.
"No. Siempre nos llevamos bien. Y estoy agradecido de su trabajo. El plantel venía con algunas falencias en el tema de la actitud. Markarián cambió eso: el equipo ya no es vulnerable como antes. Él va a recordar a la U con mucho cariño. Va a dejar en el pasado todo lo que le perturbaba. Va a echar de menos a Chile y a la U. Esta historia terminó muy bien, dimos la vuelta olímpica y hablar ahora sería echarle pelos a la sopa de la celebración".
-O sea, hay algo más, pero no lo va a decir.
"(Piensa antes de responder) Hay cosas que hicimos los dirigentes, cosas que hizo él, que ayudaron a que el resultado fuera el que fue… Lo mejor que podemos hacer es celebrar y mirar para adelante".
-Con Basualdo.
"Él hizo mucho con un equipo que en teoría no valía nada. Tiene un estilo de fútbol que le va a gustar a los seguidores de la U. Cuando vino Russo tampoco tenía gran currículum y se lo hizo a partir de la U. Apostamos a algo así con Basualdo".