Los hechos que mantienen en vilo el normal desarrollo del Torneo de Clausura 2017 podrían tener graves consecuencias para el fútbol chileno.
La Federación de Fútbol de Chile podría sumar un importante dolor de cabeza a causa de la acción de un club chileno que no habría cumplido las normas interpuestas por la FIFA.
Se trata de A.C. Barnechea, cuadro que en los últimos días se ha visto envuelto en una polémica con la ANFP por el no pago de la garantía económica para jugar en la Primera B, que los obligaría a jugar en la Segunda División Profesional, situación que incluso ha tenido al Sifup con amenazas de paralizar el futbol chileno si dicho club no cumple las relaciones contractuales que tiene con sus jugadores.
Para evitar ser sancionado con la baja en la categoría, el cuadro precordillerano recurrió al Tribunal de la Libre Competencia, quien falló a su favor y dictó medidas cautelares que impedirían que los huaicocheros no disputen la Primera B.
Entonces, ¿cuál es el problema para la Federación Chilena? La FIFA castiga en el artículo 68 de sus estatutos el recurrir a instancias “ordinarias”, alejadas de tribunales deportivos, para solucionar problemas que aquejan a sus afiliados. Esto podría ocasionar incluso que el país que presente esta “irregularidad” sea desafiliado del ente rector del fútbol mundial, impidiendo la participación de su selección y equipos profesionales, en cualquier competición patrocinada por los socios de la FIFA.
Si esto se hiciera efectivo, Universidad de Chile no podría jugar la próxima Copa Conmebol Libertadores 2017 y la Selección Chilena no podría participar de la Copa del Mundo Rusia 2018.
Habrá que ver qué futuro tendrá la presentación de Barnechea ante el TDLC, cuál será la postura de la ANFP y qué podría decir y dictaminar la FIFA ante este caso. Por ahora, todo es incierto.