Diversas organizaciones de hinchas y socios del Club Universidad de Chile están reaccionando ante la propuesta de Gonzalo Cisternas Sobarzo, abogado representante de la Corfuch en el juicio de quiebra de dicha institución, de convertirla en una sociedad anónima.
La oposición a esta medida parece transversal y ha despertado el malestar generalizado de barristas, hinchas, socias y socios de la Corfuch, al alero de diversas agrupaciones.
El día 21 de agosto de 2017, Cisternas, mandatado por el último presidente en ejercicio de la Corfuch, Lino Díaz, presentó en el 7° Juzgado Civil de Santiago una propuesta de Convenio Simplemente Judicial, cuyo objetivo esencial es que la Corfuch, actualmente en quiebra y forzada al cese de actividades, se convierta en una sociedad anónima deportiva profesional (SADP) y con sus acciones pagar a los acreedores con quienes la entidad aún mantiene deudas. De este modo la Corfuch saldría de su estado de insolvencia.
Para muchos hinchas, la Corfuch representa su vinculación histórica con el Club Universidad
de Chile, y cuestionan la legitimidad del actuar de Cisternas, pues los y las socias Corfuch se opusieron a convertir la institución en una SADP, votando en Asamblea Ordinaria el año 2006, un año después que la ley 20.019 promoviera tal transformación a los clubes en Chile.
Esta propuesta la consideran, principalmente, el despojo de la propiedad sobre los derechos federativos del Club (el derecho a participar en campeonatos del fútbol profesional), principal activo de la Corfuch, concesionados a Azul Azul S.A. por 30 años (prorrogables a 45) desde el 2007. De realizarse tal mutación, la esperanza de volver al modelo de Corporación, de socios y socias y no de accionistas, quedaría sepultada. Es precisamente esta la razón que ha convocado el repudio y la reacción de diversas agrupaciones, tales como la Asociación Hinchas Azules, el colectivo El No Oficial, la organización Una Forma de Vida y el Club Deportivo Social y Cultural Los de Abajo.
Su apuesta es recuperar la Corfuch como su espacio legítimo de participación. Resta observar si es recogido este mensaje, y la propuesta de Cisternas queda como una mala anécdota, o si el juicio de quiebra avanza en dirección contraria.