El golero azul recordó la primera vez que defendió profesionalmente el arco azul, con una anécdota que marcó para siempre su historia en el club.
Corría el 1 de agosto de 1999. Universidad de Chile visitaba a Santiago Morning en el Estadio Santa Laura. Minuto 36 del primer tiempo y una doble amarilla significa la expulsión de Sergio “Superman” Vargas, obligando el ingreso del segundo arquero, que en ese año era Roberto “Tomatín” Rojas. Sin embargo ese día no estaba en la banca. Era el momento del debut de un joven Johnny Herrera, quien hasta ese entonces no había jugado minutos como profesional.
Hoy, 18 años después, el ahora capitán y emblema azul recordó como fue esa “primera vez”. Herrera aseguró que ese día “me todo ir a la banca esa tarde, un sábado creo. No tenía ni los guantes, me los hicieron llegar mediante utilería. Me llegaron los guantes, justo me tocó entrar y me los pasan”. Continuó señalando que ese partido se lo tomó “con harta personalidad como siempre. Respondí a plenitud. El gol me lo hace Rivarola porque me resbalo. Una jugada en la línea, que había harto papel picado y cosas extrañas, me resbalé y me hizo el gol. Ganamos 2-1, con un jugador menos”.
Sin embargo, al momento de recordar el porqué era él quien esa tarde estaba en la banca y no Rojas vino la confesión. “Me acuerdo que me había tocado jugar por la juvenil en la mañana y después tenía que ir citado porque el “Tomate” (Rojas) tenía un matrimonio y no le había dicho a nadie. No estaba lesionado”.
“TOMATÍN” ROJAS: “EL PENDEJO ERA MÁS QUE NOSOTROS”
Consultado directamente el afectado de esta acusación, Roberto Rojas se defendió y aseguró “¡Era mi graduación como profesor de educación física! Para que veas la fe q le tenía a ese pendejo”.
Tomatín se tomó esta confesión hecha por Herrera con humor, asegurando que “lo quiero mucho, tiene esa personalidad fuerte. Tal vez algo vio de Vargas y yo en ese aspecto”.
Consultado sobre si esa fecha estaba lesionado o solo no fue a la citación por su compromiso, Rojas indicó “no me acuerdo”, pero entregó una confesión que sin duda puede marcar lo que ha sido la exitosa historia de Johnny en el arco azul: “Ese año Vargas y yo estábamos demás… El pendejo era más que nosotros”.