Llegó a la U en mayo resignando 35 mil dólares, algo así como 25 millones de pesos, que correspondían al 15% de la operación entre Quilmes y Universidad de Chile.
«Por jugar en la U hacía lo que fuera necesario», comentó en aquel entonces el representante del jugador, Rodrigo Bilariño. Y llegó a la U, convirtiéndose en el undécimo refuerzo de el entonces DT, Sebastián Beccacece.
«Me voy a entregar al cien por ciento en cada partido y en cada pelota», prometió Zacaría en su primera entrevista como jugador azul. Y así fue.
Luego de partir con participaciones esporádicas, tras la titularidad de Juan Leiva, Zacaría empezó de a poco a ganarse la confianza de sus directores técnicos. Con Beccacece de hecho no tuvo mayor participación. Finalmente, con la llegada de Castañeda y Musrri, el puntero azul despegaría.
Así comenzaría a deleitar con su desborde por la banda izquierda, y luego por la banda derecha por petición del cuerpo técnico. Destacó igual. Su mejor partido fue contra Unión Española hace dos fechas, cuando la U le arrebató el liderato a los de Santa Laura. Zacaría en ese entonces anotó dos de los tres goles con que la Universidad de Chile dio vuelta un partido que perdía 2-0.
Hoy el jugador vive un momento de crisis, tras una fractura de tibia y peroné que según constató La Tercera, lo dejará fuera por al menos cinco meses.
El mundo del fútbol mandó su apoyo al jugador azul que a esta altura se proyectaba como una de las figuras de la U en un campeonato difícil. «Es uno de los mejores refuerzos que ha tenido la U en los últimos cinco años. Estamos muy choqueados y tristes», comentó el capitán azul, Johnny Herrera tras el triunfo en Temuco.
Pero el fútbol da revanchas y seguramente Jonathan Zacaría tendrá la suya en algunos meses más.
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