Consultados por Diario La Tercera de la posibilidad de un comodato del estadio Nacional, la dirigencia universitaria no mira con malos ojos la posibilidad, luego del apoyo explícito entregado por el alcalde de Ñuñoa, Pedro Sabat. Los altos costos mantienen en espera la posibilidad de La Pintana.
Parece un cuento de nunca acabar el sueño del estadio propio para Universidad de Chile. Proyectos, lugares, estudios de factibilidad y fechas tentativas, han llenado de ilusión a un aparte de los hinchas azules que sueñan con ver a la “U” jugar de local en su propio estadio. La última de las esperanzas se vive en La Pintana, donde estaría todo lo necesario para comenzar a derribar la utopía de la casa propia, pero los altos costos de los permisos de edificación y el rechazo de una parte de comuna al emplazamiento del recinto han hecho que esta ilusión se esfume. Se deben comenzar a buscar alternativas.
Es por esta razón que las declaraciones publicadas este martes por LT, en que el alcalde Pedro Sabat manifestó su deseo y apoyo para que los azules se queden con un eventual comodato del Estadio Nacional fue visto con buenos ojos por la dirigencia de Azul Azul.
Según consigna este miércoles el diario, un miembro de la mesa controladora del club habría declarado que «si nos dan al menos diez años obvio que lo evaluaremos. Construir un estadio propio se ha complicado mucho».
LA “U” Y SU SITUACIÓN ACTUAL CON EL ESTADIO NACIONAL
El Instituto Nacional del Deporte (IND) mantiene hasta el año 2017 un contrato preferente con los azules, que contempla la cesión del estadio para los partidos de local y que le entrega un derecho a un contrato a largo plazo, lo que abriría la puerta a un eventual comodato.
Consultada la administración del coliseo ñuñoino por LT sobre la posibilidad de esta situación, reconocieron que se toma “como una opción real” y aseguran que sentaría las bases para un “eventual acuerdo de concesión a los azules”.
Claudio Chávez, administrador del Estadio nacional, aseguró al matutino que de concretarse la entrega del recinto a la “U” estos “deberían hacerse cargo de todos los costos del coliseo y asegurar la continuidad a todas las actividades que se realizan en él. El Estadio Nacional recibe entrenamiento de atletas federados y un sinnúmero de otras actividades deportivas y recreativas. Por lo mismo, deberían encargarse de hacer funcionar el estadio los otros 28 días del mes que no se juegue fútbol”. Chávez agregó que en la actualidad «existen al menos 10 talleres que se hacen ahí. Todo eso debiese estar dentro de las obligaciones del club».
La decisión final, de entregar o no en comodato el Estadio Nacional a la Universidad de Chile, pasa exclusivamente por las autoridades de Gobierno y del IND. Habrá que ver si la idea prospera y la “U” consigue quedarse permanentemente en Ñuñoa, para muchos “la verdadera casa azul”.