La U logró un gran triunfo ante Unión Española actuando como visitante en el Estadio Santa Laura. Los azules siguen sumando de a tres y, en algo, se ve el alza futbolística que este equipo está logrando.
Universidad de Chile salía al césped del Santa Laura buscando borrar las heridas de la eliminación de Copa Sudamericana ante Lanús, pero también con la expectativa de demostrar que el plantel viene con un alza futbolística que hace al hincha ilusionarse, aun con los malos momentos vividos este año.
Y así fue, al menos en la primera parte. Ya comenzando el duelo Isaac Díaz tuvo un cabezazo que por poco no logró conectar y Farfán se enredó tras recibir el balón de manera sorpresiva. Los azules avisaban.
Pero no fue mucho lo que se esperó. A los 12 minutos un tiro de esquina servido por Charles Aránguiz encontró, tras un mal rechazo del portero Sánchez, a Lorenzetti quien remató a portería y, tras otro rebote, Juan Ignacio Sills desvió y abría la cuenta. 0-1.
Tras el gol azul, los hispanos buscaron un poco más pero sin mayor claridad y salvo un par de remates de Canales y un tiro de Scotti, no hubo mucho peligro y el balón se disputó más en medio terreno.
El segundo tiempo comenzó y los rojos se fueron con todo en busca del empate, tanto así que obligaron a los jugadores de la U a retrasar, cada vez más, sus líneas, de manera muy peligrosa.
Y la tónica del segundo tiempo fue esa. Los hispanos metidos en terreno azul y los de la U que no podían salir. De hecho, en varios momentos del segundo tiempo, Patricio Rubio era el único delantero real ubicado en territorio local y los defensores del León se cansaban de rechazar balones que buscaban a Canales o Jaime. A eso le sumamos que Nicolás Berardo le cerró todas las puertas a Farfán, quien por la banda derecha no pudo generar peligro.
Y así se dio toda la segunda parte. Tanto así que en el minuto 89 una falta de Lichnovsky (que reeplazó a un lesionado Sills) dejó un peligroso tiro libre para los locales. Canales tomó la pelota y remató pero se encontró con la gran atajada de Marín, que hizo un gran partido, y se mantenía el 0-1.
Pero aún quedaba algo. En un contragolpe Farfán logró escapar por la banda izquierda (tras instrucción de Figueroa), centró y Aránguiz tomó el balón pegado al palo, sacó el centro atrás y Rubio (a quien le habían anulado un gol) remató para decretar el 0-2 definitivo en los descuentos.
Fin del partido y la U vuelve a sumar de a tres, se acerca a los de arriba y ahora, con todas las ganas centradas en el torneo nacional, esperan la próxima fecha frente O’Higgins en un duelo de vida o muerte.
Figueroa encuentra a su equipo (aunque me parece que Ubilla debe ingresar desde el comienzo por Díaz), la U gana y el hincha festeja y todos juntos comienzan a soñar.