El romántico viajero celebró 86 años de vida. Lamentablemente fue con una caída ante Rangers de Talca en el estadio Nacional. Una derrota que pasa a ser un detalle para la estadística, porque hoy en Ñuñoa se vivieron momentos muy emotivos. La despedida del Torneo de Transición 2013, en Rincóndelbulla.cl.
“Aunque no ganemos en la cancha…” fue la canción que sonó más fuerte cuando el duelo de Universidad de Chile frente a Rangers de Talca terminaba y, con esto, bajaba el telón al primer semestre de la U este 2013.
Y durante todo el partido esa canción cobró más fuerza que nunca, sobre todo en los últimos años.
Con cerca de 15.000 personas en las galerías, la U se despedía torneo. 15 mil almas que, sabiendo que era un partido intrascendente para el campeonato, asistieron igual al estadio Nacional, demostrando, una vez más, que el hincha de la U es distinto a los demás. Quizás por esa distinción es que la mayor parte de los jugadores que visten esta camiseta azul se enamoran de un cuadro que, en 86 años de vida, le ha tocado bailar con la bonita y, muchas veces, con la fea.
Probablemente, también, se debe a eso que Paulo Garcés, arquero que llegó al León precedido de una identificación con Universidad Católica, haya declarado en la previa en un popular diario que, a pesar de sus ganas de irse para tener continuidad, no se iría a la UC ni a Colo Colo por el respeto y cariño que le tomó a esta institución.
Seguramente, también, se debe a eso que un jugador argentino, resistido en sus comienzos, como Guillermo Marino, se haya identificado tanto con esta gloriosa camiseta azul, al punto de emocionarse hasta las lágrimas en su despedida de uno de los clubes de sus amores, como él mismo señaló.
En la era Sampaoli era fácil cantar esa canción, claro, la U ganaba todo lo que se ponía por delante y, creo, que nadie pensaba si quiera en perder. Hoy se acabó un semestre con un título, la Copa Chile, “un solo título” dirían algunos, pero es bueno recordar que ese título hace algunos años salvaba el año, los años, quizás la década. Pero claro, eso queda para los que esperamos 25 años, los que vivimos la segunda, los que aguantamos nombres como Capitano, Joel Soto, Daniel Pérez, entre otros.
Nos acostumbramos a ganar y, sin ironía, no es bueno, menos para nosotros. Universidad de Chile en 86 años no es un equipo de triunfos, de estrellas, de títulos. La U es grande por su gente, la misma gente que la ha llevado a ser el equipo más grande del país, porque eso es la U, sin estadio, sin Libertadores, pero aun así el más grande de Chile.
Felices 86 años, Universidad de Chile. Y cuando digo Universidad de Chile no me refiero a Azul Azul, ni a los jugadores que han pasado, ni técnicos, ni dirigentes. Se lo digo al anónimo que cada fin de semana está ahí, emocionándose y siendo feliz con el sólo hecho de ver a su equipo en la cancha, porque hace 86 años un grupo de personas visualizó que el fútbol no se trata de resultados y dejaron su legado de pasión y sentimiento hasta el día de hoy y así seguirá hasta el fin de los tiempos porque esto es la U, la Universidad de Chile, el León, el romántico viajero, el equipo mágico, el de Leonel, de Rubén Marcos, del inmortal Matador, de Musrri, de Castañeda, de Superman, de Rivarola, Herrera y muchos más (que me perdonen los que nombré).
Para los que les gusta el fútbol. La U cayó 1-2 hoy. Para los que vivimos fútbol eso es intrascendente. Porque, como cuando se ganaba y como hoy… “Esta hinchada no te dejará…”