Según un medio nacional, la llegada de Jorge Sampaoli a la selección chilena en reemplazo del destituido Claudio Borghi ya es un hecho. Ante esto, ¿Está la dirigencia de la ANFP tomando una decisión correcta? ¿Puede el casildense apagar el incendio en Juan Pinto Durán? Sin duda, un tema que merece ser mirado desde varias aristas.
Escrito por: Jaime Herrera Cifuentes
El portal web del diario La Tercera comenzó el día con un bombazo: Sampaoli llegó a acuerdo con la ANFP y será el nuevo DT de la selección nacional apenas culmine la participación de la Universidad de Chile en play offs. Si asumimos que los colegas del medio escrito están en lo cierto, hay material de sobra por analizar.
En primer lugar la duda cae de cajón: ¿Es Sampaoli la mejor opción para Chile? Difícilmente sea LA mejor opción, considerando los nombres contra los que competía, pero indudablemente está entre las más adecuadas. En lo personal, creo que la dura posición en la que se encuentra La Roja en la tabla de posiciones, los recurrentes problemas de indisciplina que se han visto en el último tiempo y los complicados egos dentro del camarín, precisaban de un técnico que tuviese más experiencia a nivel de selecciones y no uno que sólo contara con un destacado desempeño en clubes, siendo Gerardo Martino una opción mucho más acorde.
Ahora bien, una de las ventajas que tiene el casildense es el hecho de haber pasado por O’Higgins y la U, lo que le entrega un acabado conocimiento del medio nacional. Es más, en el «Capo de provincia» dirigió a varios jugadores que hoy en día son seleccionables (Beausejour, Carmona y Jorquera, entre otros). Asimismo, el trabajólico estilo del argentino, que analiza en video los más mínimos detalles del rival, sumado a su régimen estricto para con los jugadores permite pensar que se establecerá una disciplina táctica que bien le haría a un desordenado combinado.
En lo que respecta a lo táctico, es posible destacar que la versatilidad de Sampaoli al momento de variar el esquema en función de lo que presenta el rival es un valor agregado a considerar. Normalmente, el multicampeón con la U se acomoda al planteamiento del contrincante de turno, utilizando línea de tres o de cuatro en el fondo según sea necesario. No es lo mismo jugar con línea de tres por compromiso y gusto personal que hacerlo por el convencimiento de que el rival no tiene las armas para superar a los zagueros.
Además, el ideal de ataque que propone el argentino puede servir para sacarle más provecho a jugadores como Sánchez e incluso el cuestionado Suazo, más dedicados a labores de quite durante la estadía de Claudio Borghi en la banca de Chile.
¿Desventajas? Además de la inexperiencia en selecciones, se puede mencionar su carácter extrovertido. Probablemente hombres como Carlos Amarilla no tengan en Clasificatorias la misma paciencia que tienen en competencias internacionales a nivel de clubes con los arranques de Sampaoli. El actual DT azul es conocido por ser expresivo al momento de reclamar, lo que le genera expulsiones. Una selección sin su técnico en el borde del terreno entrega mil veces más ventajas en la cancha; punto que en clubes puede pasar más desapercibido gracias al tiempo de trabajo y a lo acostumbrado que está el plantel a la idea.
Finalmente, Sampaoli se arriesgaría y utilizaría una serie de jugadores que se han visto excluidos del actual proceso desde hace un tiempo: Carmona, Herrera, Valdivia, Orellana y Estrada volverían a las nóminas; así como Pablo Contreras y Gonzalo Jara abandonarían el plantel. Desgraciadamente, estos hechos continuarían la disputa idiota entre azules y albos por qué equipo es el que tiene más hombres en la nómina.
¿Es una decisión correcta la de la ANFP? Sólo el tiempo lo dirá. De momento es una apuesta en la que, cual juego de póker, Jadue y compañía están poniendo todas sus fichas; misma jugada que hizo Azul Azul un tiempo atrás, quienes se fueron all in con un desconocido y terminaron con la gloria a sus pies.