Los sparrings ya son una marca registrada de la «U». Viven un régimen espartano, que llevan con orgullo, y que los ha convertido en una verdadera familia dentro del CDA. Así, están en los ojos de los clubes «europeos». «Llegué el 2003 a la ‘U’ y acá uno lucha por uno, pero cuando asimilas que los logros son grupales, pasas a luchar por tus compañeros y por los que quedaron en el camino. Por eso las alegrías de Igor (Lichnovsky), Sebastián (Martínez) o de Angelo (Henríquez) son también nuestras”.
El maduro comentario de Fabián Carmona no encaja en su rostro de niño. Sin embargo, su sentir se repite en cada uno de los 14 muchachos que lo circundan cuando hablan por otro logro de uno de los suyos. “Cerezo se perdió la foto, porque viajó con el primer equipo y eso nos pone muy contentos. Acá somos hermanos y si a uno le va bien, significa que a la familia también”, añade el “histórico” Benjamín Inostroza, junto a los suyos, los sparrings, quienes se toman un recreo que, en general, se niegan.
“Los sparrings llegan siempre 30 minutos antes de la práctica del primer equipo. Repasan los ejercicios, distribuimos las tareas y trabajan a la par de los titulares, con la salvedad de que los muchachos entrenan hasta tres horas para que los ensayos salgan bien. Forman un grupo increíble, que disfruta su trabajo y siente el éxito individual como algo colectivo, porque acá somos familia”, dice Cristián Leiva, el DT de este “semillero”, esos que en un principio sólo integraban jugadores de la Sub 18 y que hoy ya tiene a un par de la Sub 16.
Hoy existen 16 sparrings titulares y un número similar de suplentes, que van rotando. Así, el área formativa, que lidera Cristián Romero, define las aptitudes y proyecciones de cada uno, luego Leiva, junto con Sebastián Becaccece (ayudante de Jorge Sampaoli) definen quiénes trabajarán con el cuadro estelar. “Si el primer equipo va a trabajar juego aéreo, velocidad o remate, se elige a los sparrings que encajan mejor en lo que potenciará Sampaoli. Para ellos es un honor, son sacrificados y su trabajo lo hacen con mucha humildad”, dice Leiva.
“El trabajo constante da frutos y en los últimos 12 meses han comenzado a aparecer los primeros jugadores formados íntegramente por nosotros, todo en cinco años, algo que no existía cuando llegamos al club… Después de la partida de Henríquez, sin duda que las figuras más promisorias son Martínez y Lichnovsky, quienes están en el primer equipo y recién en marzo cumplieron 18 años. Los otros que comienzan a brillar son los que están aquí y seguramente se me escapa más de alguno. Son los que pertenecen al ‘grupo de proyección’, como le llamamos y que tienen un entrenamiento especial”, asevera José Yuraszeck, presidente del club.
“Uno extraña a los amigos y a la familia, pero venirme a la ‘U’ fue una buena apuesta, porque acá encontré otra familia, que lucha en conjunto porque cada uno de sus integrantes responda y logre lo que se le pide”, dice Juan Ignacio Duma, el talentoso argentino, quien llegó al país a la juvenil y que de sparring pasó a ser inscrito, hace unos días, para jugar el Clausura, Recopa y la Sudamericana. Al inscribir a Duma, Sampaoli desechó traer a un refuerzo, tal como había pedido, pensando en la Sudamericana.
Y la “familia” se nutre también con el aporte de Diego Rivarola: “Conmigo los delanteros practican, por ejemplo, el finiquito con diversos grados de dificultad. Son ‘alumnos’ aventajados, que siempre apoyan a su ‘hermano’”.
“Inostroza es un niño con tremenda pasta de goleador. Su aparición en el primer equipo y el gol que hizo, con 15 años, al ‘Chago’, lo lanzaron al estrellato, pero él va etapa por etapa. Trabajamos para tener el mejor fútbol formativo de Chile”, agrega Yuraszeck, para abordar los seguimientos a dos de sus nóveles estrellas: “A Martínez y Lichnovsky los siguen desde distintos clubes (Chelsea, Inter, etc.), pero no han llegado propuestas concretas por ellos. Esperamos que primero jueguen dos o tres años en el primer equipo y luego veremos qué pasa”.
Fuente: La Tercera