Los azules cayeron en un partido donde se mostraron superiores durante largos pasajes; sin embargo, los errores defensivos y la baja efectividad frente al arco rival definieron el resultado. Frustrante. Esa es la sensación reinante en el hincha azul, que ve cómo una copa que estaba al alcance de las manos se desvaneció en una tanda de penales. Ahora bien, hay que ser justos: Universidad de Chile hizo méritos suficientes para quedarse con la Suruga Bank en tiempo reglamentario, pero su propia impericia frente al arco condenó el resultado, lo que se sumó a errores defensivos clave.
Los primeros minutos tuvieron ocasiones de gol para cada equipo, en los pies de Ubilla y Enzo Gutiérrez por un lado, y de Dutra, uno de los principales agentes ofensivos del Kashima Antlers, por otro. El minuto 18 fue el que marcó el primer hito en el partido, luego de que Imawasa aprovechara de buena manera un tiro libre y la mala marca de la zaga azul para decretar la apertura de la cuenta.
Si bien la U presionó y buscó el resultado, las cosas no mejoraron en el marcador durante el primer tiempo para el Romántico Viajero, ya que en el minuto 25 fue Renato quien marcó de larga distancia para el Kashima. Lo preocupante del segundo tanto fue la presencia de varios hombres azules que le dieron mucho espacio y tiempo al brasileño para pensar cómo terminar la jugada.
La primera mitad se terminaba rápidamente con el 2 a 0 clavado en el marcador, pero cuando el cronómetro marcaba el minuto 39 uno de los mejores de la cancha, Eugenio Mena, trepó hasta el área contraria para sacar un centro que rebotó en el autor del primer tanto de la jornada. El arquero quedó descolocado y el balón se coló en las redes decretando el descuento azul.
Ya en la segunda mitad el dominio de juego de los dirigidos de Sampaoli fue claro, condición especialmente potenciada por Marino, quien entró muy claro luego de la lesión de Videla. De hecho, cerca del minuto 70 el argentino habilitó magistralmente a Mena, quien fue derribado en el área. Tras cartón, Aránguiz igualó las cifras desde los doce pasos.
De ahí en más el Kashima no volvió a inquietar seriamente a Herrera, mientras que la U dominaba las acciones pero no podía definir el duelo a su favor. Las ocasiones perdidas, desgraciadamente, pasarían la cuenta después del pitazo final, ya que los locales vieron cómo durante una definición de penales apretada (todos convirtieron su disparo) el portero Hitoshi Sogahata contuvo el tiro del opaco (muy opaco, por lo demás) Castro para dejarle la copa servida a su escuadra.
Así Kashima Antlers inclinó la balanza a favor de Japón en el historial de la Suruga Bank, sin embargo, la U mostró cosas interesantes que esperanzan de cara al nutrido calendario venidero, eso si dejando claro que aún falta engrasar un poco el engranaje.