El zaguero jugó infiltrado el segundo duelo ante O’Higgins. «La gente no sabe lo que uno arriesga», añadió. El defensor de Universidad de Chile Osvaldo González confesó que jugó infiltrado en la segunda final ante O’Higgins y que incluso vio la tanda de lanzamientos penales con fuertes dolores, dado que ya había pasado el efecto de las inyecciones de anestesia que le pusieron en el entretiempo.
«Si me llegaba a tocar patear un penal, estaba frito. Casi no podía caminar porque ya se había pasado el efecto de la inyección de anestesia que me habían puesto en el entretiempo», dijo el defensor en diálogo con el diario Las Ultimas Noticias.
«Nunca había sentido tantos dolores, pero al mismo tiempo quería estar en la final, por eso le dije a mis compañeros que me tenían que sacar muerto de la cancha», añadió.
El jugador formado en Universidad de Concepción comentó que apenas podía caminar.
«No pude dar la vuelta olímpica, si ni caminaba. Me tuvieron que rearmar para salir del estadio. En la fiesta apenas aguanté un rato, pero lo peor vino después, porque el dolor no me dejó dormir hasta las seis de la mañana. El pubis, el aducutor, me dolía todo. Más con el frío que hacía», indicó.
«La gente no sabe todo lo que uno arriesga, y ni siquiera sé si sigo en el club, porque no está definido, pero sí quería ganar el título a como diera lugar», agregó.
Fuente: Cooperativa.cl