El volante destacó el histórico título conseguido por Universidad de Chile, agregando que no fue fácil por el buen juego que desplegó O’Higgins. Fernandes y Aránguiz, en tanto, reconocieron que fue un justo premio por el esfuerzo que hicieron durante el semestre. Si no cuesta no vale. Así declararon a mitad de semana jugadores del plantel de Universidad de Chile y no podía ser de otra forma. Cuando parecía que la final ante O’Higgins estaba perdida, lograron un gol agónico y luego se impusieron en la definición a penales, consiguiendo un tricampeonato histórico que sigue aumentando la leyenda del plantel actual.
Uno que se refirió al título fue Marcelo Díaz, quien jugó su último partido con los azules debido a que tiene cerrada su partida al Basilea. «Me voy en la gloria con un tricampeonato, no fue fácil. O’Higgins nos hizo pelear hasta el final y eso se premia al doble. Me tocó pasar por todo acá en la ‘U’, estamos viviendo es un sueño para todos y lo estamos aprovechando», señaló.
También habló Junior Fernandes, clave en el empuje sobre el final de los universitarios liderando la jugada del 2-1 de Marino en los descuentos. «Es merecido por el esfuerzo que hicimos durante meses, con compañeros dejando de lado a su familia. Cuando llegué acá quería ganar un título con la ‘U’, estoy muy feliz. Se me han dado las cosas súper rápido, espero poder seguir aprovechando las oportunidades como lo he hecho hasta ahora», aclaró.
Una opinión similar tuvo Charles Aránguiz, quien indicó que «era un premio merecido. Nos ha costado mucho, sufrimos hasta el final. Esto es por el esfuerzo tremendo que hicimos, dejando de lado a los seres queridos. Cuando nos faltaba un gol nos quedamos sin piernas, por suerte pudimos empujar y conseguir el último gol. Sabíamos que entrando uno podíamos hacer el segundo».
Si bien en la definición de penales Johnny Herrera fue el más determinante, otro héroe de la jornada fue Guillermo Marino. El volante trasandino marcó en los descuentos el 2-1 que le permitió a los azules prolongar la final hasta los penales, pero minimizó el aporte que tuvo su acción y, además, reconoció la labor de sus compañeros.
«Uno está tan metido en el partido que sólo vive el presente, no pensé en los penales. No perdimos la calma, sabíamos que con un gol aumentaban la posibilidad de ganar. Me tocó gracias a Dios convertir y luego en los penales Herrera estuvo impecable, igual que mis compañeros a quienes les tocó patear», sentenció el jugador, quien también había anotado en la ida, en Rancagua.
Fuente: Prensafutbol.cl