En lo que ya viene siendo una constante en definiciones de este tipo, la “U” deberá doblegar al equipo de Berizzo el próximo lunes en el Nacional de cara al sueño de quedarse con el tricampeonato.
El primer duelo de la final del Apertura se llevó a cabo en un estadio El Teniente, de Rancagüa, hecho una laguna, con un campo de juego en pésimas condiciones, producto de la fuerte lluvia que azotó la zona centro del país. En la algarabía creada en la sexta región, la cesleste comandada por el técnico Eduardo Berizzo dio el primer golpe por 2-1, un paso para coronarse campeón del Apertura.
La Universidad de Chile inició el partido errado. Esto se consolidó al minuto de juego, luego de un ataque de O’Higgins, el volante azul, Matías Rodríguez despejó de mala forma dejando el balón servido para que Juan Rojas estableciera el 1-0 y la alegría en los celestes.
El partido se tornó intenso, y luego de unos lapsos los dirigidos por Jorge Sampaoli salieron en busca del empate, con un Guillermo Marino que se agigantaba. Es precisamente el argentino quien aprovechó un despeje luego de un córner para de volea establecer la paridad en Rancagüa cuando corría el minuto 28.
El estadio El Teniente se transformaba en una caldera, pese a la lluvia, y la “U” pasaba por sus mejores momentos en el partido vino el siguiente gol de los celestes. Minuto 71. Una jugada colectiva sorprendió a la defensa azul con el volante rancagüino Alejandro López completamente solo, quien con sutil golpe puso el 2-1.
Ya al final del encuentro se jugaba con más ganas que fútbol. La “U” buscó, batalló, se creó ocasiones de gol, pero no pudo doblegar al equipo de Eduardo Berizzo.
La vuelta se disputará en próximo lunes 2 de julio en el Estadio Nacional, donde el “romántico viajero” espera consolidar su espectacular campaña con su primer tricampeonato nacional.