Ricardo Pyzynnski, gerente de seguridad del cuadro «Xeneize», adelantó que «el plan ya está en marcha. Presumimos que será un partido complicado». En Buenos Aires ya se empieza a vivir el partido que enfrentará a Boca Juniors ante Universidad de Chile por las semifinales de la Copa Libertadores.
Es que en Argentina, ya saben la gran cantidad de fanáticos estudiantiles que viajarán a la «Bombonera» (4.500), y es por esto, que realizaron un especial plan de seguridad que ya está en marcha en las calles de la capital trasandina.
Así lo comenta en contacto con La Tercera el Gerente de Seguridad de Boca Juniors, Ricardo Pyzynsski.
«Se presume que será un partido complicado. Nos enteramos que hubo desmanes para adquirir las entradas en Chile para venir al partido y ya estamos tomando todas las precauciones necesarias para evitar enfrentamientos entre ambas barras».
El plan de seguridad se empezó a implementar desde ayer en Buenos Aires y consiste principalmente en aumentar el número de policías en las calles de la capital trasandina.
«Ya empezó el plan previo-partido. Hemos dispuesto más policías en las calles para resguardar la seguridad de los chilenos que ya comienzan a llegar a Buenos Aires para presenciar el encuentro», señaló Pyzynnski.
Otro de los temas que preocupa a la seguridad de Boca Juniors es la llegada de la «Barra brava» de Universidad de Chile, que se trasladará en bus y que llegará horas previas al encuentro que se disputará Buenos Aires.
«Escoltaremos a los buses de Universidad de Chile desde un lugar que estámos determinando. La idea es tomarlos en la entrada de Buenos Aires y llevarlos al estadio, para luego finalizado el encuentro, sacarlos inmediatamente de la ciuad», lanzó el encargado de seguridad.
El plan comtempla que una vez finalizado el encuentro, la barra de Boca Juniors deberá esperar 45 minutos para desalojar la parcialidad azul de Buenos Aires, y así evitar enfrentamientos entre ambas parcialidades.
Además, adelantó que habrán 1.000 policías y 500 guardias privados en las inmediaciones del Estadio «La Bombonera».
Fuente: La Tercera