La U levantó la Sudamericana y la euforia del campeonato es inevitable. Sin embargo, ¿cuáles son los factores que permitieron alcanzar este título inédito para la institución? ¿Sampaoli, Azul Azul, Vargas, Desio? Desglosar las razones del éxito es un ejercicio necesario.
En un partido de ensueño, de esos que el hincha atesora por el resto de su vida, la Universidad de Chile se coronó campeón de la Copa Sudamericana, levantando el primer título internacional en su historia y de paso erigiéndose como el monarca más exitoso en los torneos de esta parte del mundo, con21 goles afavor, sólo dos en contra y el impresionante registro de 10 triunfos y 2 empates.
Lo cierto es que intentar buscar punto bajos en el equipo comandado por Jorge Sampaoli es difícil, así como también condensar las razones por las que los azules están viviendo un presente sumamente exitoso. Sin embargo, es posible destacar tres aristas principales que han tenido que ver con la obtención del torneo internacional.
En primer lugar, la estabilidad dirigencial que han sostenido desde que Azul Azul asumió las riendas de la institución y que este año vio sus más grandes recompensas. ¿En qué sentido? En la relación entre los ingresos monetarios y la inversión en el primer equipo. Por lejos ha sido la escuadra nacional que más ha entendido que para aspirar a logros importantes deben, y recalco, deben invertir en infraestructura y jugadores de calidad, consagrados o de proyección, para de esta forma armar un plantel competitivo.
Prueba de lo anterior es la construcción del CDA, establecimiento que se rige ante los estándares más rigurosos del fútbol mundial. Además, en cuanto a jugadores podemos ejemplificar con Gustavo Canales, quien llegó a la tienda azul por sobre un millón de dólares. También lo es Eduardo Vargas, quien arribó a la U como un proyecto a futuro, al igual que Francisco Castro. Hoy los tres conforman el tridente de ataque azul y ya han entregado un título local y uno internacional. Aquí también es necesario destacar que hay que invertir con inteligencia, siendo la mayor prueba de ello la llegada de Jorge Sampaoli, quien asumió en la banca azul en lugar de Diego Simeone, nombre que cautivaba nada más que por su fama.
En segundo lugar podemos señalar la superioridad física de los azules en comparación a sus rivales, y me atrevería a decir que esto abarca a todos los equipos participantes del torneo. El trabajo del preparador físico azul, Jorge Desio, se ha transformado en un pilar fundamental en las actuaciones de los universitarios. La labor se ha dirigido a aumentar el umbral de soporte al agotamiento de los jugadores, lo cual se hace con trabajos específicos con escaso descanso hasta dejar a los ejecutantes exhaustos. De esta manera tienen una mayor resistencia ante el dolor y el agotamiento, lo cual se ha notado por ejemplo en Brasil o Ecuador, cuando las condiciones naturales de aquellos lugares no se tradujeron en consecuencias para el desarrollo del fútbol ultraofensivo que predica Sampaoli.
Finalmente, y relacionado específicamente con el desarrollo futbolístico del equipo, es necesario sindicar a Jorge Sampaoli como el tercer factor en cuestión y, sin temor a equivocarme, como el principal responsable del título del Romántico Viajero. El fútbol de la U es gracias a sus ejecutantes lógicamente, sin embargo el acondicionamiento de estos para aprovechar al máximo sus talentos futbolísticos y la preparación técnica-táctica es propiedad del pequeño estratega argentino.
Enumeremos: la obsesión por los detalles, la mano dura a la hora de conformar el equipo cortando desde el inicio a quienes no le servían para su idea, el atrevimiento a la hora de establecer una idea táctica complicada de ejecutar y la visión de juego que permitía constantemente realizar cambios acertados durante los partidos y que permitían mejorar el rendimiento.
En síntesis, los logros de la U son el efecto de una preparación íntegra y seria en todos los aspectos necesarios para llegar a las metas más ambiciosas posibles. Por eso el título del artículo hace alusión a la famosa frase inmortalizada por Julio Martínez, porque el campeonato que la U consiguió no es más que justicia divina ante las condiciones que los azules desarrollaron.