Escrito por Jaime Herrera Cifuentes
La Universidad de Chile se encuentra más cerca que nunca de concretar un viejo anhelo: la obtención de un título internacional. Pero esto no ha sido gratis; ha habido momentos en la impecable campaña que realmente han conmovido al hincha y los repasaremos en Rincón del Bulla.
Desde que la U se metió en la Sudamericana venciendo a Concepción en los duelos previos el sueño del hincha comenzó a gestarse. La forma en la que el equipo se había coronado campeón en el apertura tenía a todos los fanáticos con la euforia aún viva, sin embargo los enfrentamientos contra Fénix, equipo uruguayo que debutaba en lides internacionales, hicieron resurgir las dudas. ¿Era un equipo capaz de superar rivales de calidad internacional? El rendimiento no había sido óptimo ni mucho menos vistoso, así que todo quedaba en una interrogante.
Ahora bien, todos los cuestionamientos posibles desaparecieron en la llave contra Nacional. Tras comenzar la ronda con un triunfo por 1 a 0 en Santiago, Sampaoli prometía que iría a buscar el partido a Uruguay, cosa poco común en equipos de nuestro territorio. Lo cierto es que la U jugó un partido impecable y se impuso por 2 a 0 en un enfrentamiento que fue suspendido recién comenzado el segundo tiempo, por una agresión al guarda líneas.
Así las cosas, el Romántico Viajero empezó a cautivar poco a poco a la prensa internacional y a sus propios fanáticos, que se convencieron en su gran mayoría de los postulados de Jorge Sampaoli. Sin embargo, la demostración más alta de contundencia ofensiva y buen fútbol llegó en la llave contra Flamengo, en donde el estratega lució su estrategia ofensiva con un 4 a 0 a favor inapelable.
Rojas, Vargas por dos y Lorenzetti fueron los encargados de dejar el marcador ampliamente a favor del Bulla, que coronaba una actuación perfecta en Brasil y sentenciaba su segundo triunfo a Flamengo en su casa en 2 años. La U ya desataba la locura, y llevaba a cabo una sinfonía de fútbol que se basaba en un rendimiento táctico, técnico y físico impecable.
La oncena se comenzaba a repetir de memoria, y justo en ese momento en que los titulares no variaban se recupera Gustavo Canales, nada más ni nada menos que el autor de los 3 goles que le dieron la copa al León en el apertura. Lo cierto es que Sampaoli lo dejó en casa para el viaje a Brasil, lo cual fue cuestionado por muchos (incluyéndome). Sin embargo, nuevamente estuvo acertado en su decisión, porque le dio minutos rente a Arsenal, precisamente cuando el partido en Argentina se encontraba en su fase más dura y no superaba el empate a un tanto.
El goleador trasandino tomó las banderas y desbordó, dejó atrás a un marcador y se fabricó un penal perfecto. Sin simular, buscó la falta del defensa del cuadro de Sarandí y él mismo terminó anotando el tanto del triunfo en Argentina, el primero del cuadro de la U roja en el pecho en esas tierras.
Rápidamente todo pintaba como una maravilla, y la goleada en la vuelta frente a los argentinos fue sólo la consecuencia de todo el trabajo realizado. Ya en semis, Vasco da gama se perfilaba como un rival duro, con Juninho Pernambucano en sus filas, quien con algo más de trayectoria mantenía la pegada temible que inmortalizó en Lyon.
Sin embargo, nada fue importante para los leones de Sampaoli, que empataron en calidad de visita gracias a un cabezazo infartante de Osvaldo González, de esos que entran en cámara lenta. La vuelta se jugó con dientes apretados, sin embargo nuevamente apareció la figura de Canales para llenar de gol las miles de gargantas que asistieron al Santa Laura esa noche de fines de noviembre.
La gran figura de Vargas, que a lo largo de la copa se encargó de maravillar al mundo entero una vez más se tornaba mística, y colocaba el tanto del triunfo tranquilizador sobre un rival duro, pero que no pudo contrarrestar a un equipo, ya a esa altura, demoledor.
Llegó la final, y en Ecuador rugió el León. Otra vez Vargas desataba la locura a distancia, y hacía soñar a todos sus hinchas. Se repetía la historia del comienzo, y los sueños se empezaban a crear inevitablemente.
Ahora no queda nada. La gloria está a pasos de ser alcanzada, y los más viejos bullangueros gozan como niños lo que puede ser la mayor alegría desde que son hinchas del Romántico Viajero. Todos los azules estamos expectantes, y los nervios carcomen a todos los que han soñado con este momento desde antes de tener uso de razón.
Queremos verte campeón, Bulla de mi vida, Bulla de NUESTRAS vidas. Y si eso no sucede, seguiremos aquí, alentando desde nuestros hogares, desde el estadio o desde los más recónditos e insólitos lugares del mundo, porque ahora, más que nunca ha quedado claro que a la camiseta azul se le jura amor eterno, y que hablar de pasión es para quedar corto. Universidad de Chile, eres un sentimiento, y hoy queremos ver a los once jugando como siempre: por su gente, para su gente y con su gente.
¡Aguante la U carajo!
Staff Rincón del Bulla