Rincón del Bulla estuvo en el Estadio Nacional para cubrir el paso de Universidad de Chile a semifinales de la Copa Sudamericana. En un partido redondo, los azules ganaron, gustaron y golearon, aunque sin jugar un partido perfecto, le encajaron un 3 a 0 a Arsenal de Sarandí y se metieron entre los cuatro mejores de América.
Momentos claves: la U no hizo un partido perfecto, de hecho costó que salieran los goles, sin embargo tampoco tuvo mayores inconvenientes en defensa. Extraño, pero tal como en Argentina, en un comienzo, el partido se jugó en medio terreno. Pero en los momentos claves del partido, los azules supieron imponerse y demostrar su poderío ofensivo. Es que la U cuando llega lo hace con peligro y después de primer gol cada llegada era un sufrimiento para los trasandinos. Es así como en los 11’ Eduardo Vargas anotó el primero tras una serie de rebotes. Reclamos de los jugadores argentinos que pedían una posición de adelanto inexistente y a celebrar. Cuando finalizaba el primer tiempo, en los 45’, jugadón de Vargas, pase a castro y a cobrar. 2-0 y la serie, en 45 minutos ya estaba liquidada. Pero faltaba la guinda de la torta. A los 10’ de la segunda fracción, tras otra serie de rebotes, Canales clavó el balón en las redes de los visitantes. 3-0 y a pensar en Vasco.
Se soltaron en el segundo tiempo: si el primer tiempo se jugó, mayoritariamente, en medio campo, el segundo lapso fue un constante ataque de los azules y, como siempre, los dirigidos de Sampaoli no se quedaron pensando en que el partido estaba ganado sino que seguían insistiendo por un nuevo gol. Pero esta vez el balón fue dominado completamente por los de la U. hasta el “olé” del público se dejó sentir en más de una oportunidad por el juego bonito que mostraban los locales, eso sí, sin dejar de lado la verticalidad y el juego ofensivo.
La desesperación del rival: sin dudas la U es un equipo que está imparable y eso hace que los rivales se desesperen y no sepan qué hacer para poder revertir el resultado y la humillación que viven en el terreno de juego. Es así como un jugador recién ingresado (Leguizamón) fue expulsado luego de un par de minutos de entrar en juego tras patadón a Díaz. Arsenal trataba pero nunca hizo sentir algún peligro en el arco azul. De hecho Herrera, en el segundo tiempo, fue un mero espectador del baile del león.
Vargas, el más buscado: Eduardo Vargas ya no necesita demostrar nada. Cuesta creer que pueda quedarse el próximo año, pero habrá que creer en la palabra de los dirigentes y esperar que no nos quiten ese fenómeno del fútbol. Anotó el primero, generó el segundo y siempre fue un agente de peligro en el campo rival, incluso es más, recuperó balones como el mejor de los defensores y fue siempre seguido por los jugadores visitantes para que entrara en conflictos, menos mal nunca resultó. Si me apuran, hoy en día, Vargas no tiene mucho que envidiarle a Alexis Sánchez. Un remate en el poste podría haber sido el broche de oro de una nueva noche mágica para el delantero azul. Cabe destacar que Gustavo Canales hoy entró en juego mucho más que en otros partidos y, junto a Castro y el mismo Vargas, formaron un tridente de miedo en ataque.
A descansar: pocas veces se ve a Jorge Sampaoli pensando en el partido siguiente. Es tal su pasión y profesionalismo que jamás planifica un partido ates de jugar o terminar el anterior, pero hoy, con su inteligencia habitual, sacó a Vargas que estaba agotadísimo, a Rojas que estaba amonestado y a Lorenzetti que también estaba con cartulina amarilla para dejar todo en orden para el partido siguiente. Cuesta mantenerse sobrio, se sabe que hay que ir paso a paso, pero podemos decir que hoy, estando entre los cuatro mejores, la U va a la conquista de América.