Esta semana se anunció la sorpresiva contratación de Paulo Garcés, quien fue enviado a préstamo a Unión Calera durante el clausura y llegará a las huestes azules el próximo año. La incorporación del ex cruzado fue absolutamente inesperada y provocó una airada reacción de Jhonny Herrera, quien afirmó que si llega el Halcón, él mismo se irá del campeón si es necesario. ¿Correcto? No me parece
Estamos totalmente de acuerdo en que Jhonny Herrera es un referente absoluto en el equipo, tanto en la cancha como en el camarín. Le brinda muchísima seguridad al arco azul y es de esos porteros capaces de ganar un partido. Sin embargo creo que (y con toda conciencia de que me estoy echando a varios termocéfalos encima) en esta pasada, el guardavallas titular estuvo mal. Y muy mal.
Contextualicemos en pocas palabras: Paulo Garcés, arquero que por mucho tiempo defendió los colores de la UC, reconocido hincha de los de la precordillera, vilipendiado y sindicado como el principal responsable de la eliminación de los cruzados frente a Peñarol en los 4ºs de final de la Santander Libertadores de este año, fue adquirido en un 50% por Azul Azul, por lo que a partir de enero del 2012 estará vistiendo la tricota azul al mando de Jorge Sampaoli.
Ante esta noticia, Jhonny Herrera afirmó que no estaba de acuerdo con la contratación de Garcés, porque le parecía inapropiado que llegase al León un jugador que le había «gritado los goles en la cara». Por si fuera poco, a toda su declaración le agregó que si era necesario, él mismo iba a colgar la azul y partiría del equipo; palabras mayores.
Personalmente, considero que esta contratación debe ser analizada desde varias aristas. En primer lugar la deportiva: ¿es buen refuerzo Paulo Garcés? Sí, rotundamente. Para ser un fanático de tomo y lomo hay que tener la capacidad de analizar detalladamente y no quedarse tan sólo en los errores. Si es por eso, Montillo, Olivera y los que jugaron la semifinal de vuelta en la Libertadores del 2010 frente a Chivas son uno jugadores horribles, sólo porque jugaron mal UN partido en la temporada. Seamos maduros y hablemos de fútbol: el hombre ataja, y bastante bien. Como refresco es mucho mejor que Esteban Conde.
Segunda arista: el camarín. ¿La llegada de Paulo Garcés puede ser un aporte para el camarín? Lo dudo, aunque no es imposible. Probablemente el tipo va a llegar profesionalmente a la U y de forma madura se incorporará al grupo. El tema es que es peligroso meter a un hincha cruzado en un camarín que tiene a mayoría azul. Ahora bien, Rivarola (quien señaló que lo que pasaba en la cancha se quedaba ahí), Herrera y Rojas, referentes del equipo; pueden tomar al nuevo a su llegada, decirle «Esto es la U, ahora estás acá, el resto no importa» y se acaba. Sin conflictos, pataleos ni declaraciones desafortunadas.
Tercera arista: la de Garcés. ¿Es fácil para Garcés firmar por la U? No. Porque el tipo es hincha de la UC, pero tiene una familia que alimentar. Por si fuera poco, salió de una forma horrible del equipo: culpado y señalado con el dedo, siendo que fue un puntal importantísimo en gran parte de la campaña de los cruzados. La frágil memoria de los precordilleranos hace que ahora lo sindiquen como un arquero horrible, inseguro y que no ataja nada; falsedades de la peor calaña. Que no se malentienda, a mi Garcés no me cae en lo absoluto bien, lo encuentro un tipo hiperventilado, con poco control y derechamente, algo desagradable. Pero de que es buen arquero, lo es.
Cuarta arista: la dirigencial. Aquí es donde creo que puede encontrarse la semilla del error. Sí, es un tremendo refuerzo en lo deportivo y acertaron en esa materia, sin embargo creo que deberían haber pensado el asunto un poco mejor desde lo lógico: ¡el hombre es cruzado! Da para pensarlo un poco más antes de contratarlo. Aunque también hay que apelar al profesionalismo, como lo hizo la UC con Waldo Ponce. Además, y no es un detalle menor, Conde sigue en el equipo, ¿no será poco acertado traer ahora a otro arquero? ¿No habrá sido mejor esperar?
¿Y con respecto a Herrera y sus declaraciones? Me parece sumamente inapropiado que un referente salga con esas palabras, porque incita a los extremos, a los violentos y a los rencores. Un referente señor Herrera, es quien guarda la compostura, actúa de manera adecuada, construye y no destruye. Apréndale más a Diego Rivarola, quien tiene más que claro que las cosas de la cancha quedan en ella, a menos que sean demasiado graves. Yo me pregunto, ¿si no puede olvidarse de que se gritaron goles en la cara, podrá olvidarse de que con Valdivia se agarró a coscachos? A lo mejor por ahí va la exclusión de la selección, porque con lo deportivo no tiene nada que ver.