Uno para el final

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Foto: Photosport
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Johnny Herrera, el último refuerzo de la ‘U’

Universidad de Chile oficializó (para la calma de los cardíacos) la contratación de Johnny Herrera, cerrando las incorporaciones de la temporada. Con esto se afirma una posición en donde las dudas abundaban y se cumple el sueño de muchos. ¿Aporte? Más allá de la cancha.
Hay que decirlo: Azul Azul es, muchas veces, una vergüenza. Negocios malos, contrataciones a ciegas, escaso compromiso con la selección nacional y por si fuera poco,  formaron parte de esa coalición que lanzó la estabilidad dirigencial del fútbol chileno al suelo, todo por simple avaricia. Sin embargo, en esta ocasión hicieron las cosas bien.
No sólo se dieron el trabajo de abrir la billetera de una buena vez y traer de regreso a un hombre que muchos deseaban ver con la tricota azul encima nuevamente; sino que lo hacen en un momento en donde el camarín necesitaba a un referente. De esos de la talla del nuevo capitán, José Rojas, y del goleador Diego Rivarola: con títulos y logros reales que permitan ser un modelo a seguir y una voz a escuchar.

Claramente el damnificado es Conde, quien hace tiempo estaba siendo uno de los que menos merecía estar en el equipo titular. Todos sabemos que “Coco” tenía las ganas de jugar y se esforzaba por hacerlo bien, pero si fuera por intenciones, el “Indio” Moreyra estaría hoy en el equipo en lugar de Victorino. Es el rendimiento el juez, jurado y verdugo de un jugador, y bajo ese criterio, no hay dudas de que el mejor arquero del torneo 2010 llega para ser numero puesto en la escuadra de Sampaoli, quien además se asegura tener siempre a un capitán sin jineta.

¿Qué avala a Herrera futbolísticamente para ser el guardavallas titular? Reflejos enormes, solidez de manos, juego de pies, voz de mando, experiencia internacional. ¿Qué lo avala extrafutbolísticamente? Que es el recambio natural de Miguel Pinto. Claro, porque al igual que el actual jugador de Atlas, son hombres de casa. Incluso, me atrevería a decir que Johnny es un poco más que Pinto, siendo los clásicos los que desnivelan la balanza.

La contratación de “Superboy” no sirve sólo para cubrir el arco, sino que también llena ese vacío que muchos vienen sintiendo hace tiempo: el de la mística. Se ha dicho que los jugadores azules  ya no juegan por el orgullo de llevar la camiseta puesta, y que el vil dinero habría corrompido este sentimiento. Ahora bien, pongo las manos al fuego porque el “nuevo” portero azul es de la vieja usanza. Porque compartió camarín con grandes figuras (si es Superboy, es porque aprendió de Superman, no?) y porque es un hincha más.

Siempre he sido de la idea de que un gran equipo comienza desde el arco; y esta vez no se escatimaron esfuerzos y se contrató al mejor. A pesar de que el uno llegó al final, siempre es mejor tarde que nunca.

La voz del hincha

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