Universidad de Chile comienza una nueva temporada con muchas nuevas caras y la ausencia de otras tantas. Con la partida de Pelusso y la llegada de Sampaoli muchos cambios se han suscitado y hoy ya se puede hacer un análisis previo de lo que será el Romántico Viajero modelo 2011.
“Cambio en el equipo: sale Gerardo Pelusso, entra Diego Simeone…Momento, desde arriba se la juegan y frenan el cambio; va a entrar Jorge Sampaoli”. Una apuesta dirigencial, sin duda. Cuando todos esperaban la llegada del Cholo, ciertas diferencias cambiaron el rumbo y rápidamente apareció el ex DT de O’Higgins para sentarse en el banco azul.
Personalmente, era uno de los candidatos que menos me agradaban para asumir la dirección técnica de la U. ¿Por qué? Porque Pelusso fue defensivo, pero tenía experiencia, especialmente en Copa Libertadores (2 semifinales continentales en 2 años no lo hace cualquiera), mientras que el calvo estratega si bien había tenido experiencias en el extranjero y en su momento le brindó a los celestes de la sexta región un excelente rendimiento, no tenía ese respaldo resultadista tan necesario para que el hincha se sienta seguro. ¿Cifras? Pelusso 7 títulos. Sampaoli, no registra.
Bueno, pero los gallos se ven en la cancha y tras 2 partidos jugados los resultados no han sido buenos. Sin embargo, en estos duelos de pretemporada no importa mucho el marcador final. Hay que ver un poco más allá y analizar el funcionamiento del equipo y los cambios en relación a la última temporada. De esta manera, podemos ver que el esquema “bielsista” que propone Sampaoli (3-3-1-3) trae consigo cosas sumamente positivas y otras negativas.
Partiendo por lo malo, se nota a leguas que la zaga defensiva no está acostumbrada a jugar con línea de 3. Los espacios que se dejaron frente a Cruz Azul costaron goles e hicieron ver muy feble a la última línea. Por ejemplo, Matías Rodríguez es mucho más carrilero que stopper, lo que provoca que el lado derecho quede totalmente descubierto, porque Marino, por lo menos frente a los mexicanos, no cubría la posición.
Otro punto negro dentro del nuevo fútbol que quiere jugar la U es el de la polifuncionalidad. Ejercer labores dobles, comprometiéndose con lo ofensivo y lo defensivo es complicado, y los que pueden realizar esto siguen teniendo ciertos defectos que pueden hacer la tarea aún más difícil. Rodríguez (a veces se escapa demasiado), Marino (lo malo es que ya no tiene buen estado físico), el aún azul Victorino (¡es el último hombre, no puede hacerlo todo!), Mena (tiene que agarrar confianza), Aránguiz (lo mismo que el anterior). Quizás se me quede alguno en el tintero, pero como ven, hay mucho por trabajar para que la idea del nuevo DT se plasme a fondo en la oncena azul, así que a tener paciencia en la medida de lo posible.
Con respecto a lo positivo, la disposición de salir a atacar es un viejo anhelo de los hinchas, y esta U promete ir a sacar triunfos. Tener a 3 delanteros en busca del gol, por lo menos, ilusiona. Más aún si estamos hablando de personajes cercanos al gol, como Canales por ejemplo. Apoyado por Edú Vargas, Felipe Gallegos, Francisco Castro o Edson Puch, y sin dudas por el nuevo 10, Matías Pérez García, se vislumbra una escuadra bien aceitada en materia ofensiva.
Tan sólo falta una semana para el comienzo del apertura, en donde la U espera ser nuevamente protagonista y robarle la corona a los cruzados. A no desesperar, que hay un largo camino por delante, y es mucho más sano si se deja al técnico trabajar tranquilo. Démosle una cuota de paciencia, que no es fácil empezar una vida nueva.