El largo camino de Seymour para ser el nuevo ídolo azul

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Era la figura del equipo de su colegio hasta que a los 17 años fue descubierto en un "reality" futbolístico. Llegó a la U de Héctor Pinto, debutó con Gustavo Huerta y se afirmó con Sergio Markarián. Comenzó recibiendo una "ayuda social" que no superaba los 200 mil pesos. Hoy, tras consolidarse como uno de los pilares del cuadro de Gerardo Pelusso, en Azul Azul dicen que "no tiene precio".
Hay días que marcan el destino de una persona para siempre. Para Felipe Ignacio Seymour Dobud, es el martes 5 de abril de 2005.

Representando a su colegio, San Ignacio El Bosque, el rubio se destapó en un partido frente al "Adidas Selection Team", un equipo que, en el marco de un reality de TV, desafiaba a distintos establecimientos educacionales. "No me acuerdo del marcador, pero Felipe hizo dos goles y fue la figura", recuerda Jaime Fuenzalida, DT del San Ignacio y uno de los que mejor conocen a Seymour: "Lo entrené desde quinto básico hasta cuarto medio".

César Vaccia y Horacio Rivas, quienes estaban a cargo del programa, quedaron impresionados. "Me gustó como jugaba. Tenía gran potencial futbolístico, además de ser muy inteligente. Por eso le recomendé que se probara en la U", dice Vaccia. En ese tiempo, "Walala" jugaba como volante ofensivo.

Seymour apostó fuerte para cumplir su sueño de ser futbolista. Pidió que le cerraran su año escolar a mitad de semestre para concentrarse plenamente en el fútbol. "El colegio aceptó gustoso. Era alumno de promedio 6,5", afirma Fuenzalida.

Mariano Puyol y Cristián Romero fueron sus entrenadores en las divisiones inferiores azules. Héctor Pinto lo incorporó a algunas prácticas con el primer equipo, pero en 2006, con Gustavo Huerta como DT, Seymour ascendió oficialmente al plantel. Debutó el 23 de julio: ingresó por Eric Pino a los 77′ en la derrota por 1-0 frente a Palestino en el Santa Laura.

"En la juvenil se destacaba por su entrega y por su actitud. En la mitad de la cancha los corría a todos. Eso lo mantiene hasta hoy, y lo hace un jugador que está marcando diferencias", afirma Huerta.

Eran los tiempos de la quiebra. Como cadete apenas recibía una "ayuda social" que no superaba los 200 mil pesos. La administración de José Manuel Edwards le duplicó ese monto, aunque su primer buen contrato lo vino a firmar con la llegada de Azul Azul: ahora gana $1,5 millón al mes y, al igual que otros jugadores "de casa", como Miguel Pinto, José Rojas y Manuel Iturra, ha pedido que esa cifra aumente.

Con Arturo Salah, en 2007 no tuvo continuidad. "En ese tiempo sufrió mucho, porque no tenía la titularidad, no estaba logrando lo que quería. Pero está muy bien formado, y el apoyo de su familia es como una roca. No se desbordó en ningún momento", agrega Fuenzalida. Seymour vive solo en un departamento y sus amistades no sólo están en la U: el ex Colo Colo Cristóbal Jorquera es uno de sus más cercanos.

Su consolidación definitiva llegó con los DT uruguayos. Sergio Markarián lo ubicó como titular en la difícil serie ante Pachuca por la Libertadores 2009, y "Walala" respondió. Con Gerardo Pelusso, ante Flamengo, dio el salto definitivo a la idolatría. Y entregándolo todo, como reveló su compañero José Rojas: "Llegó al camarín, se tiró y no daba más. Tenía una pelota en el gemelo. Fue notable lo que hizo, pero le queda mucho más por delante".

En la U saben que es uno de los transferibles, pero no quieren especular con cifras. "Lo claro es que vale más que antes del partido con Flamengo. ¿Cuánto? No tiene precio", dice Federico Valdés.

! "Hay muchas veces que lo individual pasa a segundo plano. ¿La selección? Si me toca ir espero aprovechar la oportunidad. En lo personal tengo ganas y confianza", dijo Seymour a radio ADN.


La U nunca ha ganado su grupo en la Copa Libertadores. Hoy lidera la zona 8 con 7 puntos.

Fuente: EL MERCURIO

La voz del hincha

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