La U presentará mañana su postura en el Consejo de Presidentes. No es el planteamiento más popular: la mayoría de los clubes quiere reanudar el certamen en marzo.
La calendarización de emergencia de la ANFP para la reanudación del Torneo de Apertura establece que el fin de semana del 13 y 14 de marzo marcará el retorno de la actividad. Dilatar el regreso del fútbol imposibilitaría que el balompié de Primera División culminara antes del 9 de mayo. Después, comienza el trabajo premundialista de la Roja.
El problema es que los clubes de la Octava Región han insistido en que recién en un mes más -o tres semanas, como mínimo- estarán en condiciones de volver a competir.
La eventual postergación o suspensión se debatirá mañana en Quilín. Desde ya, el presidente de Azul Azul, Federico Valdés, dio a conocer la postura de la U.
"Dadas las extraordinarias circunstancias, lo más aconsejable es postergar el reinicio hasta el mes de abril y que el calendario se prolongue mas allá del Mundial de Sudáfrica. De no ser así, los equipos de la zona más afectada estarían en una desventaja, porque acaban de vivir una situación traumática difícil de dimensionar para los que no estuvieron ahí", sentenció.
"Además, las vías de comunicación aérea y terrestre están muy desmejoradas y seguramente no permitirán los desplazamientos en los tiempos que se requieren", añadió.
Según Valdés, "recalendarizar, tratando de meter todas las fechas antes del mundial, obligaría a poner partidos a mitad de semana, en tiempos que la capacidad hotelera de la zona dañada no podrá ser buena, por razones obvias. Hay un número importante de estadios con daños. Sabemos de El Morro, de Chillán, de Sausalito, y yo creo que hay otros más que sabremos con el paso de los días que no estarán en condiciones adecuadas. Tratar de resolver el calendario entre el 13 de marzo y 9 de mayo es sólo un ejercicio teórico que en la práctica no será realizable. Y eso sin contar la disposición de los equipos afectados a volver a ser locales y de los visitantes a viajar a las zonas devastadas".
"Se debe reiniciar en abril y terminar después del Mundial, aunque signifique complicaciones con contratos de jugadores. Nosotros tenemos un jugador que termina contrato el 9 de mayo (Álvaro Fernández)", sostuvo.
"A eso hay que sumarle que hay tres equipos chilenos en la Libertadores. La Copa recién comenzó, hay muchas fechas que no se podrán utilizar, sin siquiera considerar que los clubes nacionales se verían en desventaja con otros países si se tienen que ver sometidos a este calendario tan comprimido", aseveró.
A juicio de Valdés, "comprimir el calendario significará que no estará la misma disposición del espectador a ir al estadio tan seguido. Más en la Octava Región", dijo.
Visiones contrarias
La postura de la U no es la más popular entre sus pares. "El fútbol tiene que reanudarse, al igual que todas las áreas del país. Después del Mundial está el Clausura, no el Apertura. Todos los clubes tenemos problemas y debemos afrontarlos con solidaridad y como hombres", expresó Jorge Segovia, timonel de Unión Española.
"Si el torneo terminara después del Mundial, perdería todo atractivo. Todo. La idea es que busquemos soluciones y no que creemos otros problemas. Que las soluciones para unos no se transformen en perjuicios para otros", opinó Antonio Bloise, de Everton.
"Estamos complicados con el calendario, porque habría muchos partidos en miércoles. Primero debemos informarnos bien de lo que ocurre con todos antes de opinar", estableció Felipe Achondo, jefe del fútbol de la UC.
Jorge Correa, gerente de Palestino, declaró que una nueva postergación "no sería beneficiosa, pero de la misma manera en que les tocó a ellos, mañana nos puede tocar a nosotros"