Igor Garafulic negó el permiso a los torneos que se organizaban en Santiago aludiendo a la falta de personal policial, sumando una chambonada más al desfile de malas decisiones de los últimos días.
Tras la catástrofe que sacudió a Chile el pasado fin de semana, las malas decisiones se han apilado entre las autoridades gubernamentales. Y para ponerle la guinda a la torta, ahora fue el intendente de Santiago, Igor Garafulic, quien aportó lo suyo al desfile de chambonadas, al negarle su autorización a los triangulares benéficos que preparaba el fútbol chileno para ir en ayuda de los damnificados por el terremoto y los tsunamis que afectaron a nuestro país.
La explicación oficial es que no había contingente policial suficiente para cubrir los eventos, que se realizarían en los estadios San Carlos de Apoquindo, Monumental y Bicentenario de La Florida, a partir de las 12, 17 y 19 horas, respectivamente.
Podría sonar razonable si se tratara de partidos oficiales, ¿pero en partidos amistosos y de apenas medio tiempo?
En definitiva, los clubes grandes se abocarían a buscar alternativas en regiones, donde obviamente las expectativas de público -y por ende de recaudación benéfica- son bastante menores.
Así, Universidad de Chile, que iba a jugar en La Florida ante Audax Italiano y Santiago Morning, finalmente iría a La Calera para enfrentar el viernes a los locales y a San Luis.
Colo Colo, en tanto, partiría a Rancagua para medirse el sábado con O’Higgins y Unión Española, mientras que aún no está definido qué hará Universidad Católica.
Se sumó, eso sí, otro triangular en Valparaíso, entre Santiago Wanderers, Everton y Unión San Felipe.