Federico Valdés lo sabía. Una vez consumado el fracaso en el segundo semestre de 2009 y para dar un pequeño empujón a su segundo mandato como presidente de la Universidad de Chile, era necesario romper el chanchito e invertir en refuerzos para un 2010 bastante especial. Los restos de la alcancía arrojaban unos 2 millones de dólares, cifra que posiciona al Romántico Viajero como el
equipo que más ha gastado en refuerzos este verano.
La cifra, exorbitante para un mercado chileno austero, se desglosa de la siguiente manera, hasta antes de la venta de Osvaldo González al Toluca y la compra de Juan Abarca a Huachipato: US$ 800 mil por el 50% del pase del portero Esteban Conde, US$ 150 mil por el préstamo por seis meses del mediocampista Álvaro Fernández, US$ 700 mil por el 40% de la ficha del delantero Eduardo Vargas, y US$ 350 mil por el 30% del pase del atacante Gabriel Vargas. Gerardo Pelusso, cuyo contrato por todo el año del Bicentenario no cuenta como un refuerzo, restó 450 mil billetes verdes a las arcas universitarias.
Dicho esto, es evidente que Valdés y Cía. priorizaron el reforzamiento del ataque y el mediocampo con miras a esta temporada, donde la “U” enfocará sus ambiciones tanto en el Apertura (donde no habrán Playoffs y el campeón se clasificará a Copa Sudamericana este año y Libertadores el próximo) como en la máxima cita continental.
Para esto, es clave que el plantel sea lo bastante numeroso como para enfrentar los dos certámenes sin pasar zozobras como sucedió el año pasado, cuando Markarián, primero, y Basualdo, después, privilegiaron las competencias foráneas por sobre el torneo local, usando en este último mayoría de suplentes que no pudieron sostener el ritmo de la competencia nacional. Y bueno, al primero le fue mejor que al segundo.
Con el antecedente inmediato, los peces gordos de la dirigencia sacaron las chequeras pensando en el corto y largo plazo.
Se mantuvo casi intacta la columna vertebral (M. Pinto, Victorino, Iturra, Seymour, Estrada y Olivera), enviaron a préstamo a juveniles que no destacaron durante la campaña anterior, para ganar minutos de juego y experiencia (Adrián Faúndez a Cobresal y Miguel Coronado a San Felipe) y llegaron elementos jóvenes pero experimentados que no sólo lucharán por triunfar en Chile y fuera de sus fronteras, sino también por ganarse un asiento en el bus camino a Sudáfrica.
A pesar del progreso en la cantidad y calidad de los refuerzos, en comparación a temporadas anteriores, restarle importancia a la defensa se perfila como un error por parte de la directiva estudiantil.
Mirándolo a través de las estadísticas, los laicos recibieron 72 goles en 58 encuentros oficiales durante 2009. Una cifra quizás baja, pero que oculta los problemas en defensa sufridos por la tienda estudiantil durante el año pasado, los cuales fueron más evidentes en el plano internacional, en especial contra los equipos brasileños.
En este tema, es importante centrar la atención en tres factores: primero, que las alternativas en defensa poseen una avanzada edad, dado que Rafael Olarra cumplirá 32 años en mayo y no posee la velocidad e ímpetu de temporadas previas, y que Juan González soplará 35 velas en diciembre. Segundo, que la “U” aún no ha firmado a jugadores para dicho puesto, a pesar de que reemplazó al transferido Osvaldo González con el ex-Huachipato Juan Abarca. Tercero, que dejó ir a titulares de la campaña pasada como Rodrigo Jara y Rodrigo Rivera, quienes a pesar de no ser los jugadores más dotados en el plano técnico, cubrieron puestos claves en momentos álgidos de la temporada.
Sin embargo, una de las pocas notas positivas en este lado de la cancha se encuentra en el arco, donde la llegada de Esteban Conde solucionó un problema importante desde que Miguel Pinto asumió la titularidad en 2006: la suplencia.
Tener un arquero substituto de nivel internacional, considerando los dos frentes de competencia que encarará la “U” y las convocatorias a la Selección de Miguel Pinto, es una ventaja que los laicos no poseían el 2009 con el veterano Hernán Caputto.
Lo sé: su actuación frente a Stgo. Wanderers no fue la más convincente, pero sus cualidades lo hacen destacar por sobre la media: muy buen cortador de centros, gran salto, rapidez y paciencia en el mano a mano frente a los delanteros. Además, fue capitán en el Danubio de Uruguay.
La Universidad de Chile se reforzó como pocas veces en los últimos años. Arribaron al Caracol Azul jugadores muy talentosos, técnicamente superiores, rápidos, fuertes, goleadores, encaradores, ambidiestros, habilitadores… La lista de atributos es infinita.
Sin embargo, un equipo con la ambición de campeonar en su país y destacar fuera del mismo debe encontrar un equilibrio en todas sus líneas. Es insuficiente tener una delantera sobrepoblada si la defensa no soluciona las carencias que poseía en temporadas anteriores.
Al respecto, consultamos con ustedes acaso estaban satisfechos o no con los refuerzos contratados por la “U” para el ejercicio ´10. Hasta ahora, el 79,8% dice estar muy agradecido, el 16,2% no mucho, y un 4% para nada.
A pesar de que es en este país es un pecado cuestionar a la mayoría, me identifico con ese escéptico 16,2%, dado que la escuadra dirigida por Pelusso engordó las filas desde la mitad de la cancha hacia arriba, mas no desde el Ecuador hacia abajo.
Y bueno, habrá que esperar y ver.
Espero equivocarme y que esta “U” modelo 2010 no sufra infortunios de mitad de cancha hacia abajo…