Tras un día de intensas negociaciones, Azul Azul aceptó la oferta del club mexicano. Con esto, "Rocky" se convirtió en la segunda transferencia más suculenta de la actual regencia universitaria.
Felicidad.De todos. Primero, de la dirigencia de Universidad de Chile, que aceptó la oferta del Toluca mexicano: dos millones de dólares por el pase del zaguero Osvaldo González.
También del zaguero penquista, quien había manifestado su intención de partir al fútbol extranjero.
Claro que no fue fácil. Originalmente, el penúltimo campeón del balompié criollo rechazó la primera oferta formal por el seleccionado. El club azteca, a través del agente del futbolista, hizo llegar a las oficinas de Azul Azul una propuesta de 1,8 millón de dólares por la totalidad de la carta del jugador, al que en junio de 2008 los azules adquirieron en 500 mil dólares a Universidad de Concepción.
Tras cuatro horas de reunión del representante con el gerente general del Chuncho, Sabino Aguad, no hubo humo blanco. La U roja en el pecho deseaba 2 millones de dólares "limpios" por la transacción.
Horas más tarde, la institución norteamericana aceptó aumentar los 200 mil dólares de la discordia. Y el "sí" de Azul Azul fue inmediato.
Gran sueldo
Toluca -donde milita otro chileno, el goleador purranquino Héctor Mancilla- ofreció a González un contrato de cuatro años por un total de 1,5 millón de dólares, esto es, 375 mil dólares anuales. Su sueldo mensual superará los 31 mil dólares; es decir, por encima de los 15 millones de pesos.
Entra al podio
Con los números expuestos, la de Osvaldo González pasó a la historia como la segunda venta más importante de la era de Azul Azul en el instituto laico. En junio de 2008, días antes de que el central llegara al Caracol, Pedro Morales fue transferido a Dínamo de Zagreb en dos millones de euros. A mediados del año pasado, Emilio Hernández pasó a Cruz Azul de México y la U recibió 1,1 millón de dólares.
Pero la transferencia de González podría no ser la última de la U. Miguel Pinto, Manuel Iturra, Marco Estrada, Felipe Seymour y Edson Puch también están ansiosos por emigrar.