La incomodidad revelada por el entrenador uruguayo genera incertidumbre en el plantel universitario. Ni el DT, ni los jugadores, ni los dirigentes quisieron aclarar la situación.
Agobiado. Así se vio a Sergio Markarián en el aeropuerto capitalino al regreso del plantel de Universidad de Chile tras su eliminación en los octavos de final de la Copa Libertadores frente a Cruzeiro, en Brasil.
"En los dos partidos ellos fueron superiores, los conceptos futbolísticos los tuvieron más claros, y no es para lamentarse demasiado, porque igual se avanzaron dos etapas", recordó el DT.
Sin embargo, cada vez que fue consultado por el tema de su posible partida a mitad de año, el uruguayo prefería cambiar de tema. No le interesaba profundizar en sus declaraciones del miércoles en Brasil, cuando advirtió que "el contrato es por un año, está firmado así. Y hay un acuerdo de caballeros de que a mitad de año se revisa", junto con aclarar que "no me someto al dinero, ni a la autoridad ni a nada si no estoy feliz".
Los jugadores del plantel azul también reflejaban la tensión. Sin embargo, tampoco quisieron pronunciarse acerca de la posibilidad de que Markarián abandone su puesto una vez concluida la participación de la U en el Torneo de Apertura.
"No me pregunten a mí eso. No tengo idea, hay que preguntarle a Markarián. ¿Cómo está él? Se ve bien", dijo Juan González.
Por su parte, Juan Manuel Olivera reveló que "por lo menos con nosotros no ha cambiado en lo más mínimo. Hasta ahora no se hizo notar (el desencanto y la molestia)".
¿Y los directivos? El gerente deportivo de Azul Azul, el paraguayo Johnny Ashwell, dijo que "no corresponde que yo hable de eso".
El mismo día que la U jugó el partido de ida con Cruzeiro en Ñuñoa se reunió la comisión de fútbol, y se filtraron nombres de jugadores que podrían interesarle a los azules para el segundo semestre, lo que ayudó a aumentar la molestia de Markarián, quien se lo hizo ver a Ashwell. El charrúa pidió que si el club se reúne para hablar el tema, debía hacerlo con él presente. Y que para evitar filtraciones, las citas deberían ser más reducidas en cantidad de personas.
Ashwell explicó eso diciendo que "es habitual que la comisión de fútbol tenga reuniones cada cierto tiempo".
En tanto, Federico Valdés se refirió a su viaje relámpago a Brasil. "Fue con el objetivo específico de apoyar a nuestros jugadores. No hablé con el técnico sobre sus declaraciones. Ya habrá el tiempo de hacerlo", terminó el timonel de los azules.
Mañana, a las 12, la U juega con Huachipato en el Nacional. Los azules utilizarán equipo "B".
El receso azul empieza con seis días de vacaciones
Cortas, pero serán vacaciones al fin las que tendrán los futbolistas de Universidad de Chile tras el duelo del próximo miércoles frente a Cobresal en El Salvador. Sergio Markarián prefirió darle un respiro de seis días a un equipo que observa algo golpeado tras la serie de partidos por Copa Libertadores y por el Torneo de Apertura.
Por lo mismo, los azules alinearán un elenco alternativo mañana contra Huachipato (12 horas en Ñuñoa). El jugador más afectado tras la eliminación en Belo Horizonte fue Emilio Hernández, quien acusa un esguince en la rodilla derecha, mientras que Miguel Pinto sigue con una contractura en su aductor.
Claro que no todos podrán descansar, pues seis futbolistas laicos fueron convocados por Marcelo Bielsa a la selección que jugará en Japón (ver nota en página 6). En la U le restan dramatismo a esa situación: "Sabíamos hace mucho tiempo que esto sucedería. Es obvio que genera dificultades en el trabajo de nuestro equipo, pero todos los jugadores que sean convocados serán puestos a disposición de la Roja", aseguró Federico Valdés.
Tras los seis días de asueto, los futbolistas no seleccionados de la U harán una pequeña pretemporada en el norte del país (en una ciudad por definir).
Asimismo, Azul Azul aprovechará el receso para seguir buscando un nuevo recinto para entrenar. "Tenemos algunas alternativas, se seguirá avanzando en el tema. Estamos mirando, buscando. Si se encuentra, se implementará (el cambio de casa), pero es bastante improbable que ocurra antes de que termine el Apertura", reiteró Valdés.
El club también revisará la situación de los tres jugadores que terminan contrato en julio: Rodrigo Rivera, Nicolás Larrondo y Sebastián Pardo, cuestión que será definida por Markarián (si permanece hasta fin de año) y por la comisión de fútbol que preside José Yuraszeck.
Por último, en el corazón de la mesa azul revelan que Estrada es el jugador más vendible del plantel, y no se descarta anticipar el finiquito de Hugo Notario.