Los universitarios no se reforzarán de cara a los octavos de final de la Libertadores. También solicitarán una nueva postergación del partido pendiente con Cobresal.
Sergio Markarián insinuó en Bolivia la idea de buscar algún refuerzo para jugar los octavos de final de la Copa Libertadores. Y el mayor accionista del club, José Yuraszeck, había manifestado su disposición a estudiar el tema.
Ayer se hizo el análisis en el directorio, en el que se ratificó a Federico Valdés como presidente de Azul Azul por los próximos tres años (y a Carlos Heller como su vicepresidente), y la decisión fue clara: la U no incorporará nuevos jugadores para el torneo continental.
"No lo haremos, pues es demasiado oneroso traer a un jugador sólo para la Copa", explicó Valdés.
En la U siguen sacando cuentas alegres tras la clasificación: sumarán al menos 500 mil dólares extras a sus arcas en los próximos días (180 mil dólares por avanzar y cerca de 350 mil más por la recaudación en octavos).
Claro que hubo un afectado: el portero Miguel Pinto se perderá el duelo del sábado con La Serena por una contractura en el aductor de su pierna derecha. Tampoco estarán Rafael Olarra (recuperándose de un desgarro) y Juan Manuel Olivera (por la fisura en dos costillas).
En la U, además, están preocupados por el duelo del próximo miércoles ante Cobresal (pendiente desde la 11ª fecha y que fue reprogramado para ese día). Markarián solicitó que se realicen gestiones para volver a postergarlo, pues ese día juegan la ida de los octavos de final. "No podemos jugar el miércoles. Ésa es la postura de la U", ratificó Valdés.
Hoy se revisa el tema en Quilín. Aunque habrá menos líos pues las eliminaciones de Colo Colo y Everton facilitará la reprogramación del encuentro suspendido entre ambos clubes, además del de los ruleteros ante Cobresal.