Durante 2008, Universidad de Chile registró pérdidas por 444,79 millones de pesos (unos 741,300 dólares), según el informe entregado por la Superintendencia de Valores y Seguros. Sin dudas, un golpe para las aspiraciones financieras de los hinchas laicos y el timonel Federico Valdés. El escenario era esperable, considerando ciertos factores.
{mosimage}Esperen…buscaré mi mejor traje de etiqueta (claro, como si tuviera alguno…) y me disfrazaré de economista para esta columna.
Listo.
Primero: la salida a la bolsa de la “U” se produjo en el período de inicio de la llamada “crisis subprime”.
Ésta se inició en EE.UU.. Como este “gran” país es el centro mundial del ajetreo económico, y la globalización impulsa el intercambio e interdependencia bursátil entre naciones, el virus iniciado en Wall Street se esparció alrededor de las principales bolsas del mundo, generando incertidumbre y llevando a importantes instituciones bancarias al borde del colapso. Como si fuera poco, todas fueron corriendo donde papito Estado a pedirles préstamos de miles de millones de dólares. No exactamente la clase de plata pedida a nuestros viejos para salir a carretear los sábados…
Con una imagen así, era muy difícil, una quimera, esperar resultados positivos en la primera excursión en la Bolsa de Santiago para Azul Azul.
A diferencia de Blanco y Negro, quien experimenta el mercado desde abril de 2005, el directorio liderado por Valdés se encontró, como casi todo el orbe, sorprendido por el contratiempo monetario más importante desde la Gran Depresión y la crisis asiática.
Segundo: el documento considera los ingresos durante el 2008, donde la “U” vio por el cable tanto la Libertadores como la Sudamericana. Dicho esto, Federico Valdés respira con un poco más de holgura tras la serie con Pachucha y el dinero ingresado a las arcas universitarias.
La participación azul en Copa Libertadores, la primera desde 2005, traspasa la atención a otra de las leyes del fútbol: las competencias internacionales son la vitrina perfecta para vender jugadores.
Sólo fíjense en cuántos portugueses y turcos fueron a parar a las mejores ligas de Europa, tras los éxitos en las Eurocopas de 2004 y 2008, respectivamente.
Otro ejemplo: innumerables jugadores dejaron Boca Juniors, tras los títulos en el torneo continental por excelencia.
La misma “U” dejó partir a Eduardo Arancibia, Ricardo Rojas y Pablo Galdames, entre otros, tras los logros a comienzo de siglo.
Mirando para la otra esquina, la Sudamericana 2006 sirvió a Colo Colo para exportar a Matías Fernández (9 millones de euros), Humberto Suazo (4,7 millones de dólares) y Arturo Vidal (8,2 millones de la moneda europea); Jorge Valdivia fue vendido a mitad de año, en 3,5 millones de la divisa estadounidense.
Especulando un poco, la institución universitaria obtendría altas utilidades por las posibles ventas de Marco Estrada, Miguel Pinto y Emilio Hernández, puntuales de la presente campaña, y quienes serán vistos de cerca por clubes de México y el Viejo Continente, en la eventualidad.
Tercero: en esta década, la “U” sólo ha participado de cuatro Libertadores (2000, ´01, ´05 y ´09) y una Sudamericana, más las Mercosur de 2000 y 2001.
Uno de los pilares para exportar piernas y alardear de una economía estable, es la incursión constante en terreno internacional, algo de lo cual cuadros como River Plate (quince participaciones ininterrumpidas en el torneo cincuentenario) y el Real Madrid (doce apariciones en Liga de Campeones consecutivas) pueden jactarse sin problema alguno.
Llama la atención la tendencia del club laico: representar al país como campeón nacional, tal como en 1960, ´63, ´65, ´66, ´68, ´70, ´95, ´96, ´00, ´01 y ´05.
Si de algo debe preocuparse la “U”, es en entrar a estas vitrinas mundiales sin la necesidad de alzar una estrella: obtener este mínimo sustento de las malas temporadas, como el 2008.
Colo Colo, aun sin ser campeón entre 2003 y 2005, participó en aquellas tres ediciones del trofeo más preciado de Sudamérica.
Por participar en los seis juegos de la fase inicial, la chequera administrada por Valdés engordará en 630 mil machacantes; en la Sudamericana, por primera ronda se pagan 75,000, por segunda, 140,000, por tercera 180,000…el campeón 795,000 y el subcampeón, 695,000.
Cuarto: la venta de jugadores.
Como ya se mencionó, Colo Colo ha vendido a diestra y siniestras durante el último tiempo, materia en la cual la “U” debe estudiar más.
Durante el 2008, Los albos sólo traspasaron a Gonzalo Fierro al Flamengo brasileño, en dos millones de verdes; el Romántico Viajero sólo vendió al irregular Pedro Morales al Dinamo de Zagreb croata, en 3 millones de dólares (a repartir entre Universidad de Chile y Huachipato, dueños de su pase).
Esta cifra cobra valor si se considera los rumores sobre las posibles ventas de Miguel Pinto y Manuel Iturra al Getafe español, a inicios del año pasado, más la oferta del Necaxa por Manuel Villalobos, en el mejor momento del delantero en el Apertura ´08.
Quinto: viéndolo desde una lógica comercial, el León es poco rentable.
En el Clausura, los ex-dirigidos de Arturo Salah cortaron una racha de dos semifinales consecutivas. Además, tras llegar a dos finales seguidas en la temporada 2005/2006 (Clausura ´05 y Apertura ´06, como en el calendario europeo), la quiebra noqueó fuerte las aspiraciones universitarias, produciendo una opaca temporada 2006/2007.
Una institución separada de la casa de estudios, sin estadio propio (ya saben gracias a quiénes…), con efímeras apariciones en el extranjero y lejos de la corona nacional desde 2004, llevan a cualquier empresario con ganas de inmiscuirse en el poder simbólico del fútbol a decir “paso”.
En cuanto el progreso en el ámbito nacional e internacional sea sinónimo de triunfos y exposición mediática, la “U” recobrará el valor que lo llevó, a principios de la década, a inflar sus depósitos.
Para finalizar, éstas son algunas de las ventas más importantes hechas por el Romántico Viajero desde el 2000 en adelante:
2001: Rodrigo Tello pasó al Sporting de Lisboa portugués en 7 millones de dólares
2002: Sebastián Pardo partió al Feyenoord holandés, a cambio de casi un millón de euros.
2002: Alex von Schwedler hizo sus valijas con destino al Bari italiano, por 800.000 dólares.
2003: Mauricio Pinilla dio el salto de calidad al Inter de Milán italiano, ingresando 2,8 millones de machacantes a las arcas universitarias.
2006: Hugo Droguett pasó a los Tecos mexicanos, a cambio de casi 2 millones de dólares, aunque sólo el 10% (unos 58 millones de pesos) ingresaron a la institución regida, entonces, por Lino Díaz.
2008: Waldo Ponce emigró a Vélez Sarsfield de Argentina, tras cancelarse 450.000 dólares por el 50% de la ficha.
Éste es el fútbol actual: jugadores sobrevalorados, y grandes magnates y políticos hambrientos de una tajada del irresistible pastel del poder simbólico, deseando disminuir al máximo cualquier forma de pensamiento o expresión racional.
En medio de este panorama, si todos los factores cuadran, la confianza inversora aumenta como la espuma, los jugadores responden y el imperio azul comienza a observarse fuera de las fronteras criollas de manera repetitiva, estas cifras podrían aumentar, aunque de manera moderada.
p.d.: ¿De dónde saldrá el dinero para construir el centro de entrenamiento en La Cisterna?
Dudo la participación de frijoles mágicos…
Para leer la noticia completa: http://diario.elmercurio.com/2009/02/28/deportes/_portada/noticias/C64ACD51-3E74-4F69-B2DF-5A4E90171F72.htm o http://espndeportes.espn.go.com/news/story?id=780049&s=chi&type=story