El equipo de Salah llegaba al Nacional a seguir con su buen juego, en frente un rival que venía complicado, con cambio de técnico incluido. La gente una vez más respondió con sus asistencia, 25 mil personas app.
Pasemos a revisar lo bueno, malo y feo de este encuentro disputado en el Estadio Nacional.
Lo bueno
El público, casi 25 mil personas llegaron al recinto de Ñuñoa para presenciar un opaco encuentro. La gente demuestra que este equipo está ilusionando a todos.
Emilio Hernández, le cambió la cara al equipo, no se veía por donde romper el cerrojo que imponía el equipo del Campanil. El choro mostró una vez más que es un jugador distinto. ¿Hasta cuando esperar a Pardo?
Lo malo
La poca disponibilidad de jugar de la visita, marcó el tramite del partido durante todo el encuentro. Pellicer mandó a la cancha 2 líneas de 4 muy marcadas en propio terreno lo que impidió que la U hiciera su juego, eso sí, no justifica el opaco encuentro del local.
La defensa, volvió a dar muchas licencias y gran parte de las jugadas de peligro del equipo de la 8va Región se cimentó gracias a malas decisiones o acciones de la retaguardia azul, en especial José Rojas y Osvaldo González.
Villalobos, si bien se vio mejor que en los otros encuentros en que había ingresado de titular, nuevamente no pudo anotar, desperdició unas claras frente al portero sureño. Milla empieza a ganarle poco a poco el mano a mano.
Imposibilidad de romper el cerrojo, la posesión del balón fue en gran parte del partido de la U pero nunca fue capaz de plasmarlo en el marcador y menos de transformarlo en llegadas de peligro. Hay que trabajarlo, pues por el momento que está pasando el elenco de Salah todos los rivales vendrán a cerrarse y a tratar de dar la sorpresa.
Lo feo
El resultado, el hecho de asegurar la punta se ve en problemas con este pobre empate, además la U debe ganar en todas las canchas, especialmente de local.