En medio del mejor momento de Universidad de Chile en el campeonato, Sebastián Pardo vio acción de nuevo en el equipo que lo vio nacer en el triunfo 4-1ante Melipilla. Fue vitoreado, lanzó un balonazo al poste y aclaró que no viene a pasear, sino que a levantar la copa del Clausura. En tanto, Arturo Salah quedó conforme con las variantes de su equipo y Manuel Villalobos pide cancha.
Claro está que la gran estrella actual de Universidad de Chile, y del torneo, es el ariete trasandino Raúl Estévez, genio y figura en el triunfo de su cuadro el último sábado por 4-1 sobre Melipilla en el Estadio Nacional.
El ‘Pipa’ anotó las dos primeras cifras (39’ y 50’) y aportó el mejor juego para que su compatriota Walter Montillo (71’) y Manuel Villalobos (90’) cerraran el resultado final, tras el descuento previo de Jorge Lagunas (70’).
El trasandino es la vedette azul y luego del duelo fue el más requerido por la prensa, pero aún así no fue capaz de empañar el redebut de Sebastián Pardo en el club que lo vio nacer en lo profesional en 1999 y que lo transfirió en 2002 al Feyenoord de Holanda, cuando el volante sólo tenía 20 años.
Fueron seis temporadas las que el mediocampista nacional, ahora de 26 años, estuvo en el fútbol tulipán, donde desde 2007 defendió al modesto Excelsior. Pero la espera terminó cuando se jugaba el minuto 67 ante los melipillanos y el técnico Arturo Salah mandó a la cancha a Pardo en reemplazo de Marco Estrada.
El público se puso de pie y lo aplaudió como se merece, reviviendo un viejo romance perdido en el tiempo. Ese cariño que el jugador echaba de menos en el frío fútbol holandés y que lo hizo retornar a sus raíces.
"Estoy feliz de haber vuelto a casa. Fue muy emocionante pisar nuevamente la cancha del Nacional y lo importante es que pudimos ganar a Melipilla. Sentí el cariño de la gente y espero retribuírselos jugando bien y con un título. Echaba de menos todo esto", relata el nuevo ‘10’ estudiantil, quien pudo haber tenido una noche redonda si el vertical no rechazaba su remate al minuto 75.
"No me salió el gol ante Melipilla, pero sé que saldrá después. Estoy muy tranquilo", añadió el ex seleccionado en el Mundial Sub 20 de Argentina 2001.
-¿Cómo se sintió en su redebut por Universidad de Chile? Se lo vio algo nervioso y falto de fútbol
-Me sentí bastante bien, pero tengo que ir entrando poco a poco, porque mis compañeros están con otro ritmo de juego. A medida de que vaya acumulando minutos en cancha, me voy a ir poniendo a tono.
-¿No tuvo opciones de haber prolongado su estadía en Europa?
-Tenía tiempo para barajar ofertas y quedarme en Holanda, pero la verdad es que preferí venir a Universidad de Chile para hacer un gran año. Volví para ser campeón.
-¿Es un retroceso en su carrera haber vuelto a Chile?
-No, fue una decisión que tomé en conjunto con mi familia. Y no me arrepiento, porque estoy feliz acá.
-¿Pero su intención es volver a Europa luego de que expire su contrato en un año más con la U. de Chile?
-No lo sé. En este año quiero dedicarme ciento por ciento a ‘U’. Después veremos qué es lo que pasa.
-Llega justo en el momento en que el equipo parece enmendar definitivamente el rumbo y las críticas se han silenciado con los aplausos
-Sí, y queremos que todo siga igual. De todas formas, lo único que nos preocupa por el momento es jugar bien y ganar. El plantel es muy competitivo y esperamos seguir ganando y mejorando, para llegar bien a los playoffs y optar por el título.
-Y va a tener una dura lucha por un puesto de titular, pues Walter Montillo ha subido su nivel y Nelson Pinto se adaptó de inmediato al juego del equipo, ¿se siente en desventaja con respecto a ellos?
-No, yo estoy muy tranquilo. Don Arturo es el que sabe quién juega y quién no. Si me toca ser titular voy a intentar hacerlo de la mejor forma, pero si me tengo que quedar en la banca, apoyaré a mis compañeros.
-Con su vuelta tendrá mayor vitrina para la Selección, ¿es una de sus metas defender a Chile en las clasificatorias?
-Sí, por supuesto, pero hay que ir paso a paso. Primero necesito enfocarme y rendir bien en la ‘U’. Si hago bien todo eso, lo demás llegará solo.