El recinto estuvo parado por tres meses, pero los trabajos hechos, como el resembrado de la cancha, son casi imperceptibles a simple vista. La verdadera remodelación, que incluye la instalación de asientos individuales en galería, recién empezaría en el tercer trimestre de 2008.
Claudia Castro avanza por los pasillos internos del Estadio Nacional. La
funcionaria de Chiledeportes y administradora del recinto esquiva una deposición canina antes de entrar al "hall" que da a las tres puertas de ingreso a la galería del codo sur. El hábitat de Los de Abajo. "Esto es como el patio de la penitenciaría. Acá se juntan en grupos, se pelean entre ellos", dice.
El escenario es, de verdad, desolador. Paredes pintadas, un par de calzoncillos botado en un rincón donde estaba una mesa de cemento que fue arrancada de cuajo, lavabos que siguen chorreando agua aunque se cierren las llaves, y tazas de baño alimentadas por unas cañerías de PVC de baja calidad. "Las arrancan para todos los partidos, así es que mejor poner de éstas que son baratas y no hacen mucho daño", agrega Castro.
El Estadio Nacional estuvo parado durante tres meses para refaccionarlo, dentro de un plan para cumplir con la normativa FIFA para albergar partidos internacionales, pero el coloso de 70 años de edad sigue siendo prácticamente el mismo.
Las obras fueron imperceptibles. La principal razón para la prohibición de su uso desde mediados de diciembre, que convirtió a la U en un equipo nómade este verano, fue la resiembra de la cancha.
"Aunque no se note, acá hay un gran trabajo. De hecho, hablamos con Arturo Salah para que le diera el visto bueno. Se hizo un trabajo de nivelación y se recuperaron zonas que estaban muy mal", comenta Castro.
Lo otro son detalles: una alfombra de goma que va desde los camarines a la pista de recortán (para evitar que los jugadores resbalen en el cemento, según exige FIFA), la pintura de la marquesina y los camarines, y la habilitación de una sala de conferencias en el camarín que habitualmente ocupan las visitas. Además, se aumentó el número y tamaño de las puertas que dan acceso a la cancha para cumplir con las normativas de seguridad en caso de que sea necesaria una evacuación.
¿Y los baños? Fueron cambiados en un 25 por ciento: tienen tazas antirrobo y lavatorios empotrados. Los otros, que son los que todo el mundo conoce por su pésimo estado, serán intervenidos en los próximos meses.
Pero el cambio realmente grande, que está entre las peticiones que la ANFP le transmitió a Chiledeportes, es la instalación de asientos individuales en las galerías, lo que dejaría a todo el estadio con butacas. Pero eso sólo se empezará a implementar cerca de septiembre, pues los más de $700 millones que costará esa remodelación todavía deben ser aprobados por Contraloría.
"Tengo la información de que la aprobación saldrá pronto. Después de eso llamaremos a licitación. La idea es que el estadio no vuelva a pararse y que la postura de los asientos se haga por sectores", dice Castro. ¿Y si los barristas los destruyen? "No podemos construir pensando sólo en que van a venir unos delincuentes a acabar con todo", agrega.
En un primer momento se habló de que los asientos estarían listos para el partido eliminatorio contra Brasil, en septiembre, pero la funcionaria admite que tener terminada la refacción para esa fecha es una quimera. "Pero estará avanzado", apuntó.
Por lo pronto, un estudio del Dictuc demostró que el recinto puede soportar la nueva carga de infraestructura (ya se reforzaron las vigas que podían presentar problemas). En abril próximo, además, se pintarán las torres de iluminación, se añadirán cámaras al circuito de seguridad, se sacarán las tinas que nadie usa de los camarines y se cambiará el sistema eléctrico del segundo piso.
Por ahora, son promesas.
En manos de la Contraloría
Las demoras parecen estar a la orden del día en Chiledeportes. Más allá de los casos específicos, los funcionarios de esa subsecretaría siempre terminan apuntando a la Contraloría, que, dicen, endureció su trato luego de la crisis por la que atravesó la oficina que hoy dirige Jaime Pizarro.
Uno de esos casos, con matices, es el del Centro de Entrenamiento Olímpico (CEO), que hoy se construye con sólo un tercio del personal necesario gracias a una promesa de Chiledeportes a la constructora. El IND tiene que apagar ese incendio antes del 19 de marzo: los documentos para liberar los fondos ya fueron enviados a Contraloría.