Roberto Nahum, el decano de la Facultad de Derecho, fue categórico: "No aceptaremos que el club esté asociado con hechos vandálicos". Y agregó que el tema volvió a cero.
Un golpe durísimo. Roberto Nahum, el decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile y negociador de la Casa de Bello con Azul Azul para estudiar el préstamo del uso del nombre y los logos del club, se indignó el domingo pasado cuando escuchó al timonel de la concesionaria, Federico Valdés.
La defensa del ejecutivo a la entrega de 200 entradas para la barra de Los de Abajo lo indigestó.
Por eso ayer el abogado dejó en vilo el acuerdo que permite a los nuevos administradores de la U seguir usando el nombre y los logos del club.
"Manifiesto mi sorpresa profunda de que (los dueños de Azul Azul) hayan caído en las mismas situaciones que las directivas anteriores. Con esto se rompe, para nosotros, uno de los principios fundamentales, que es que la Universidad de Chile nunca más esté asociada a actos vandálicos ni reñidos con la moral", dijo categórico el decano.
Y agregó que "me siento defraudado. Se borra con el codo todo lo que escribimos con la mano. Lo primero que hablamos fue que la universidad tenía que dejar de salir en la crónica roja. Estamos atentando contra las bases mismas del acuerdo y no somos nosotros los que estamos cambiando las cosas. No aceptaremos jamás que se nos asocie con actos vandálicos".
El permiso para el uso del nombre y los logos del club, en este escenario, parece ser algo muy lejano. Es más. Nahum opina que la entrega de 200 entradas a los barristas "me parece irrisorio y reñido con la ética, porque divide en dos a los espectadores. Unos que van sanamente y otros que lucran, tienen una situación de privilegio y, encima, provocan desórdenes, haciendo que la gente normal que va con sus familias se aleje. Es repudiable".
Y advirtió que "la gente de Azul Azul debe tomar una opción ya. O nos vamos por el camino serio o esto va a fracasar".
Nahum había hablado un poco antes con Federico Valdés y acordaron juntarse a la brevedad. Se anuncia una dura reunión.
Y Nahum da las razones.
"Planteé la incomodidad de la universidad con que el presidente de Azul Azul sea de otra casa de estudios como una cuestión privada. Y Azul Azul lo dio a conocer como que fuera un veto", finalizó.
El presidente de Azul Azul, por su parte, está dedicado a tratar de demostrar que no ha sido blando con los barristas ni mucho menos.
Le dirá a Nahum que bajo su administración se contrató a un experto en seguridad -el general (r) de Carabineros Claudio Arias- para que se encargue de este tema y les quitarán la escuelita (ver nota secundaria).
"Quedamos en hablar personalmente para entregarle los antecedentes que muestran que en este tema hemos actuado de acuerdo a lo conversado con ellos. Estamos decididos a resolver temas que heredamos", aseguró.
Hoy Valdés dará una conferencia de prensa junto al alcalde de Ñuñoa, Pedro Sabat, en que se oficializará el arriendo de la sede y la escuelita a la Municipalidad para que allí funcione un cuartel de Investigaciones.
CRÍTICA
"La primera consideración que se planteó fue que el club deportivo estaría al margen de la crónica roja. No se está cumpliendo".