El director de Chiledeportes ya recibió un informe del departamento jurídico del ente y de la administración del Estadio Nacional sobre la factibilidad de la extensión de la concesión. Ahora decide él.
En las manos de Jaime Pizarro ya están todos los antecedentes. Un informe técnico del departamento jurídico de Chiledeportes y otro de la administración del Estadio Nacional.
En ambos se indica la factibilidad de renovar la concesión del Caracol Azul a Universidad de Chile -que oficialmente vence a fines de diciembre próximo- y ahora es el subsecretario quien tiene que tomar una decisión.
En Azul Azul han estado preocupados del tema desde que asumieron la administración de la U. Pese a que a los laicos el recinto ñuñoíno les quedó chico (tiene sólo tres canchas, y una en pésimo estado, para el primer equipo y todas sus series menores), sigue siendo la mejor alternativa para desarrollar su proyecto deportivo.
Y aunque han estudiado la posibilidad de comprar terrenos (se analizó la opción de adquirir las canchas que pertenecen a la Liga Aeropuerto y otras opciones en Huechuraba y Quilicura), por el momento la alternativa más real que tienen es retener la concesión del Caracol Azul.
Por un asunto de traslados. Los juveniles no tendrían cómo llegar hasta un lugar muy alejado del centro (para la Liga Aeropuerto, sólo por dar un ejemplo, no hay ni micros).
Por eso, la alternativa que más agrada a los azules, y sobre la cual se está trabajando en la concesionaria, es extender la concesión del Caracol Azul. Y ojalá conseguir que les presten dos o tres canchas más.
En lo deportivo, la principal novedad de la U para enfrentar hoy a Melipilla de visita es la vuelta de Marcelo Salas al equipo.
"Estoy disponible, el entrenador verá si parto jugando o no", dijo el zurdo.
Waldo Ponce estará al menos una semana más afuera, lo mismo que Rodrigo Rivera y Javier Delgado, por lo que Salah optaría por mantener al resto del equipo que jugó contra Huachipato.
SEGURIDAD
Sólo 4.300 entradas fueron puestas a la venta para el duelo entre melipillanos y azules. Quieren evitar desmanes en el estadio.