La reunión con Arturo Salah el día sábado pasado fue muy provechosa e importante para mí. Volver a encontrarme con el técnico que me dejó las mejores enseñanzas en la parte futbolística reflotó todo el deseo de volver a las canchas. A cada minuto que pasaba en la conversación, confirmaba todo lo que recordaba de él, una persona seria y con una gran predisposición al dialogo y al buen consejo. Pero sobre todo me alegró encontrarme con la
misma persona que me ayudó tanto en mi carrera.
A Don Arturo le confirmé mi deseo de jugar en la "U", sobre todo si él se hacía cargo del equipo, y acepté todo lo que me pedía como jugador y como capitán del equipo. La confianza que ha depositado en mí es una doble responsabilidad que me tiene muy entusiasmado y motivado.
El día martes nos reunimos con Carlos Heller, Johnny Ashwell y mi abogado Raúl Jélvez en lo que fue la primera conversación que tenemos desde que Azul Azul tomo posesión del club. En esa oportunidad pude conocer a parte de los nuevos dirigentes del club, quienes me causaron una muy grata impresión por su profesionalismo. Como primera reunión que fue, dejamos varios puntos en claro entre ambas partes, ellos me mostraron su propuesta deportiva y yo manifesté mi voluntad de estar presente en este nuevo proyecto.
Todos los detalles se irán afinando con el transcurso de las conversaciones, porque como es lógico en la primera reunión, es difícil llegar a un rotundo acuerdo. Lo positivo es que todos nos conocimos y manifestamos nuestra idea de aportar a Universidad de Chile. En esto debo dejar en claro y desmentir una vez más algunas publicaciones de prensa en donde irresponsablemente se han dado cifras completamente irrisorias, que no se asemejan en nada a la realidad. Desde mi vuelta a Universidad de Chile nunca ha sido un tema para mi la parte económica, ni la primera vez, ni el torneo anterior donde no jugué, ni menos ahora que recién comenzamos a conversar.
Mi intención es y siempre ha sido aportar con mi experiencia y mi juego al club que me vio nacer, y ahora convertirme en el referente y el capitán que Don Arturo me pide que sea, por lo que tengo confianza en que al continuar con las conversaciones lleguemos a un pronto acuerdo para volver a vestir nuevamente la camiseta azul.